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Ahora que ser mileurista es un logro y una ventaja, frente a millones que hacen cola interminable para salir de ella, ahora que una nómina a tu nombre es una suerte y motivo de alegría suficiente como para estar eternamente agradecido al mundo en general, o a tu jefe o a tu empresa, ahora que trabajar, sin más, sin importar en qué ni por cuánto, es todo un privilegio y casi una razón para pedir perdón o sentir remordimiento cuando se mira alrededor o las noticias y se comprueba constantemente que muchos no tienen casi nada y que otros tantos tienen menos todavía. En fin, ahora, que con cobrar mil euros sobra, ahora que la gente se conforma, ya se pueden bajar aún más los salarios sin demasiado problema, y subir las horas a la semana y sancionar las bajas y no pagarlas , y despedir barato y en masa, ERE que ERE, y contener cualquier protesta y proponer empeoramiento a los dichosos empleados que mejoren las cuentas de los pobres empresarios.

Ahora que los gobiernos están presionados internacionalmente y que cada paso que dan está monitorizado en bolsa, ahora que cada palabra en cualquier discurso político a un pueblo es en realidad un mensaje implícito dirigido a lo mercados y a los acreedores que responden siempre, luego o preventivamente, subiendo o bajando intereses. Ahora que los países no están en manos de sus gobiernos, bajo el mando real de sus gobernantes, y que casi todo se decide desde fuera y ambiciosamente, ahora que de ningún Estado se espera ninguna medida patriótica, ni proyecto de mejora dentro de sus fronteras, ahora que todas las medidas que se toman confeccionan el traje de los poderosos, ahora que la cosa es así y todos lo saben y nadie hace nada, ya pueden todos los gobiernos hacerse una liposucción social y reducir el presupuesto en Educación y Salud y políticas sociales "por el bien de todos"; y los bancos pueden cobrarse su codicia, y arrebatar los inmuebles que sean necesarios si no se fían de sus deudores para tener así por lo menos algo de valor más tangible que el futuro que preparan y pronostican a tantas familias. Ahora la banca ya puede comprar millones a buen precio a los verdaderos banqueros –oriundos de la riqueza- y luego deuda al Estado para pagar esos préstamos millonarios y por supuesto, para poder seguir exigiendo ahora y luego, mientras el mundo siga así de dócil, domado, ahora que la crisis se ha vuelto un gran negocio, una nueva burbuja, los bancos tratarán, como hacen con todas, de explotarla al máximo sin que les reviente demasiado pronto ni a ellos.

Y todo lo que se camine será hacia atrás y cada cosa que se pierda servirá para roturar el futuro que nos han ido esquilmando. Ahora, que un miedo a perderlo todo y de golpe permite y programa que poco a poco no vaya quedando nada.