TW
0

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) han sido desoladores. España cerró 2011 con 5.273.600 personas en el paro y la perspectivas para el presente ejercicio no son nada esperanzadoras. En Balears, las cifras son también dramáticas, el desempleo alcanzó una tasa del 25,2 por ciento, por encima de la media estatal (22,8). La realidad actual es que uno de cuatro trabajadores de las Islas está en el paro. Además, ya son 44.700 las familias que tienen todos sus miembros desocupados. Ante esta preocupante situación y las malas perspectivas para 2012, no cabe más solución que el Gobierno y los distintos niveles de la Administración empiecen actuar. La Ley de Estabilidad y Sostenibilidad Financiera debe ir acompañada de la necesaria reforma laboral y la prioridad de que fluya el crédito. El inicio de la recuperación pasa por estimular el crecimiento económico y el cumplimiento del objetivo de reducir el déficit. De lo contrario, el drama social se agudizará y puede desembocar en una serio escenario conflictividad.

El paro es desde hace tiempo el principal problema de las familias y no caben más demoras a la hora de buscar soluciones.