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La deuda de las comunidades autónomas creció el pasado año un 17,2 por ciento, situándose en 140.083 millones, lo que representa el 13,1 por ciento del PIB. Los datos ofrecidos por el Banco de España son claramente preocupantes y suponen un serio problema para la estabilidad financiera y la credibilidad de nuestro país frente a la Unión Europea. En este contexto, las cuentas de Balears no se escapan del fracaso general. Las Islas son la décima autonomía más endeudada y la cuarta en relación a su Producto Interior Bruto. En concreto, la deuda ascendía a finales de 2011 a 4.432 millones. De hecho el Govern, ya ha advertido que esta carga complica su margen de maniobra. Este panorama pone en evidencia la mala gestión que realizaron las comunidades durante el periodo de bonanza, aumentando el gasto, y la actual obligación, en plena crisis económica, de realizar un estricto control presupuestario para equilibrar sus cuentas. Esta misma receta debe aplicarse en los Presupuestos del Estado y los ayuntamientos. Por todo ello, es urgente que se ponga en marcha un nuevo modelo financiero y un ajuste del sector público que eviten el riesgo de quiebra que planea con el actual sistema.