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El reto de abrir caminos para la recuperación de la economía insular no se podrá alcanzar si no existen personas que sean capaces de crear nuevas actividades, con esfuerzo, capacidad e imaginación. ¿Existe una crisis de emprendedores en Menorca? La pregunta del presidente de ASCOME, Vicente Cajuso, en una tertulia en el Ateneo confirma la preocupación por una carencia fundamental. Hay que destacar la labor de la Associació de Joves Empresaris, que ha encontrado en Innovem una plataforma que transmite aire fresco y anima a la aventura de montar un negocio. Sin embargo la sociedad menorquina actual contrasta con la de décadas atrás, cuando se levantaron industrias potentes, algunas de las cuales, pocas, siguen teniendo un peso importante. ¿Es solo la poca confianza respecto a la economía menorquina lo que explica la debilidad en la iniciativa empresarial? Existen otros factores. La poca valoración social de la labor empresarial tiene un peso histórico, aunque cada día menor. La falta de conocimiento profundo de los oficios, debido, entre otras cosas, a las dificultades para el aprendizaje es otro factor. La complicación administrativa y la burocracia son un obstáculo a menudo desalentador. La concentración de los nuevos proyectos en ideas de servicios es una limitación. Habrá que encontrar respuestas.