Fotografía de uno de los tranvías eléctricos de la Compañía madrileña, Urbanización, que publicó la revista Nuevo Mundo, con el cual suspiró el todo Mahón, menos los propietarios de los coches de alquiler tirados por mulas. (Archivo M. Caules )

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En una de las facturas que se debían encontrar amontonadas sobre el escritorio del contador del Ayuntamiento mahonés, destacaba la que rezaba:

Pagar 500 pesetas mensuales (total 6.851 pts.) Por su parte en el estudio del proyecto del ferrocarril secundario de Menorca. En relación con la sociedad Investiment Registry Limited de Londres, que se ofreció a las corporaciones para poder dotar la ciudad de mataderos, mercados, tranvías, alcantarillado, escuelas, aguas, electricidad, gas, ensanche de calles, etc. Es evidente, que los republicanos deseaban y hacían cuanto podían, en cambiar la vida de los menorquines y en particularidad nuestra ciudad de Mahón. Demostrando su interés por una mejor calidad de vida

Debo aclarar, que la iniciativa provenía de don Jaime Ferrer Aledo, que tantas veces he nombrado, no tan solo por nuestros lligams si no porque demostró ser uno o tal vez el más grande de los de su época. Gracias al mismo, disponemos de datos y curiosidades, escritas en la prensa y varias publicaciones, fruto de sus profundos estudios y conocimientos. El farmacéutico e historiador, siendo concejal en tiempos de la alcaldía de don José Vidal Rubí en 1887, propuso llevar a la Isla el ferrocarril, e insistió de nuevo en 1890 que continuaba en su puesto siendo es batle don Damián Moysi Albertí.

Es fácil imaginar las críticas por parte del pueblo e incluso des senyors, muchos no habían salido de la Isla no pudiendo llegar a imaginar los países extranjeros visitados por Ferrer Aledo. Cada vez que regresaba, intentaba que las autoridades avanzaran en aquel progreso que el veía tan beneficioso. Varios de sus escritos en la prensa menorquina, hacen referencia a la salubridad del agua i es pous mouras. Calles adoquinadas, aceras con bancos y árboles.

Tras comprobar la efectividad del ferrocarril en Palma de Mallorca, recién inaugurado, sus ventajas, la rapidez, para usuarios y transporte de mercancías, hacía que el boticario deseara lo mismo para nosotros, el enlace entre nuestros pueblos, sería beneficioso, las mercancías llegarían puntuales para ser embarcadas, al contrario de lo que en infinidad de veces sucedía. Al igual que la electrificación conjunta de Mahón a Ciudadela y sus poblaciones. Todo ello, de lograrse, sería convertir la segunda isla del archipiélago balear en algo beneficioso.

Enlaces y combinaciones: Deseaban que los pueblos de San Luis y San Cristóbal, se enlazaran algún día con la línea Mahón, Ciudadela. Ésta se prolongaría por un ramal que llegaría al embarcadero de los vapores de correos, lo que facilitaría la circulación de mercancías y viajeros de la vía terrestre a la marítima y viceversa.

También contemplaría la línea proyectada otra de tranvías eléctricos en combinación con los trenes y cuyo itinerario sería Cuesta de la Alameda, calles de Isabel II, Constitución, Nueva, Arravaleta, Carmen, Príncipe, Pi i Margall, carretera de Villa-Carlos, hasta este pueblo. Esta última línea no iba incluida en el proyecto ferroviario, porque no forma parte del plan de ferrocarriles, secundarios subvencionados por el Gobierno.

El recorrido total de la vía, era de cuarenta y cinco kilómetros ochocientos veinte y seis metros. Su ancho, un metro, sus raíles tipo Vignol y el peso del metro lineal de los mismos 22'500 kilos.

El objeto de la estación del Pla Verd entre Ferreries y Ciudadela, era evitar con una parada intermedia que los viajeros y productos de aquella región tuvieran que efectuar un largo recorrido para tomar el tren al desembarcar, como sucedería si tuvieran que efectuarlo en una y otra de dichas poblaciones.

El proyecto del ferrocarril de Menorca fue presentado al Ayuntamiento de Mahón y a los dos alcaldes de los demás pueblos de la Isla el día 24 de abril por don Antonio Vila y un señor ingeniero de la casa Struch, autor del proyecto.

Trazado de la línea (copio textualmente): Como es consiguiente el trazado de la línea ha sido impuesto por los principios técnicos de rigor a los que ha debido desde luego sujetarse el ingeniero autor del proyecto.

Pero además de las condiciones facultativas ineludibles el trazado en cuestión ha debido sufrir la intervención del ramo de guerra y obedecer las reglas que han dictado, conveniencias estratégicas y tácticas en previsión de una defensa militar de Menorca.
De una parte se ha debido tender a que el ferrocarril pueda en un caso dado utilizarse militarmente en las mejores condiciones posibles y de otra dificultar su adquisición y aprovechamiento por parte del enemigo. De ahí que la estación de esta ciudad se emplace en el muelle para que por vía marítima haya fácil comunicación con la Fortaleza de Isabel II. En cambio la de Ciudadela se sitúa en paraje opuesto al puerto a fin de obligar a tomar la ciudad al que desembarque y quiera apoderarse de la estación como punto de partida.
La vía férrea en la mayor parte de su extensión ya por entre las carreteras antiguas y modernas de Mahón a Ciudadela y próxima siempre a dichos dos caminos. Desde ellos podría hostilizarse si se pretendiera utilizar la vía férrea que de este modo, militarmente queda anulada por las carreteras.

Además de las estaciones de Mahón y Ciudadela situadas en los extremos, las habría en Alayor, Mercadal, Ferrerias y en otro punto denominado Pla Verd entre este último pueblo y Ciudadela.

La estación de Mahón se edificaría sobre terrenos ganados al mar en la Colàrsega, frente el deposito de agua de la Alameda, se pensaba en una estación de primera categoría con muelles cubiertos y descubiertos, talleres para reparaciones, depósitos de máquinas, cocheras, depósitos de agua, etc.

En Alayor, la estación se alzaría en el camino de las Delicias entre la propiedad La Cova y el molino de viento inmediato. Sería de segunda clase con andén cubierto distando 12 kilómetros de Mahón y su altura sobre el nivel del mar sería de ciento veintitrés metros.
La estación de Mercadal se ubicaría, en la carretera de San Cristóbal cerca del cuartel de Infantería, tendría muelles cubiertos y cocheras. Distancia de Mahón por veinte kilómetros doscientos diez metros y su cota sería de setenta y tres. Además dispondría de depósito de agua y se clasificaría de segunda clase.

En el sitio denominado Coll llis cerca del cementerio se emplazaría la estación de Ferrerias, de tercera clase con muelle a descubierto, a veintiocho kilómetros seiscientos metros de la de origen y noventa y ocho metros más alta que el nivel del mar.
La del Pla Verd, se levantaría en terrenos de la propiedad Alputzer junto a la carretera antigua, sería de tercera clase con muelle descubierto. Distancia de Mahón, treinta y un kilómetros ochocientos metros. Y su altura sobre el mar cincuenta y siete metros.
La estación ciudadelana se edificaría entre la plaza del Hospital y la carretera de Mahón, como de segundo orden, con muelle cubierto y descubierto, cocheras, local para máquinas y depósito de agua. Su distancia con Mahón sería de cuarenta y cinco kilómetros, ochocientos veintiséis metros y su altura sobre el mar veinticuatro y medio.
Para el mejor servicio se establecerán apeaderos en sitios convenientes o en los puntos que soliciten los propietarios, de las fincas, previo un acuerdo para fijar el emplazamiento.

Una caseta o un pequeño tinglado indicarán el sitio del apeadero en donde bajarán los pasajeros que previamente hayan avisado y subirán los que al paso del tren, hagan la señal pertinente. En los apeaderos no habrá ningún empleado.
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margarita.caules@gmail.com