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De nuevo los pacientes menorquines del la sanidad pública sufren más de lo que se merecen. Otra vez, las agencias de viaje, debido a la demora del pago por parte del IB-Salut, han decidido dejar de facilitar los billetes de avión para los desplazamientos al hospital de referencia de Son Espases. La Conselleria tardó meses en resolver la situación el año pasado, hasta que alcanzó un acuerdo con las agencias sobre la liquidación de las facturas pendientes, que a la vista de las quejas, no ha podido cumplir. Aunque la consellera asegura que ningún paciente dejará de trasladarse para recibir una atención sanitaria adecuada, las dudas sobre el cumplimiento de las promesas son evidentes. Es necesario ajustar los costes de la sanidad y se están tomando algunas medidas, pero la austeridad no puede afectar a servicios básicos, que en materia de salud se convierten en imprescindibles. Es cierto que se avanza en algunos aspectos, como la visita cada mes de dos neurocirujanos de Palma al Hospital Mateu Orfila, lo que evitará unos 350 desplazamientos. Sin embargo, Menorca lleva más de dos años esperando una mejora en el servicio de cardiología. Los equilibrios no pueden situar la sanidad insular en la cuerda floja.