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En una temporada turística que en nuestra Isla ha arrancado en general sin demasiado fuerza -hay que esperar a los resultados de julio y agosto- cualquier noticia que contribuya a no destabilizar el sector es buena. En este sentido, la desconvocatoria de la huelga prevista para el próximo día 20 supone un alivio para el principal motor económico de Baleares. El acuerdo alcanzado ayer en Palma entre patronal y sindicatos da aire a los hoteleros, que todavía están pendientes de que se confirme cuál será finalmente el IVA que se aplicará al turismo. El paro se ha evitado al pactarse un convenio colectivo por dos años y en el que las partes implicadas han tenido que renunciar a sus pretensiones iniciales para acercar posturas. Con ello han realizado el ejercicio de responsabilidad que demandaban tanto la Administración como el resto de colectivos que, de forma indirecta, también hubieran sufrido las consecuencias de un conflicto laboral. La imagen de Balears estaba en juego y, en consecuencia, los resultados de la campaña de verano. El pacto alcanzado, denominado de transición, garantiza en principio una tregua durante el año y medio que falta para que los agentes sociales vuelvan a sentarse a negociar.