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Escuchar diversas visiones personales sobre cómo tratar problemas colectivos ayuda a disponer de un mayor abanico de opiniones para tratar de solucionar aquellos. Organizar foros es siempre positivo. Quienes propulsamos la creación de algunos de ellos (Foro de Iniciativa Cívica Mahonesa, Foro Progreso y Democracia, Foro Ciudadano) bien lo sabemos. Pero, más allá del voluntarismo siempre positivo y obviando los fulgores mediáticos, también deberían organizarse otros foros que presentaran opiniones de sectores sociales que no siempre tienen acceso a los medios de comunicación. Ello enriquecería el debate por novedoso.

El Foro Isla del Rey de este verano, sin duda otro esfuerzo meritorio, ha analizado la cuestión de la reforma de la Administración Pública. Tres de los cuatro participantes han sido personas cercanas o favorables, en mayores o menores grados, al nacionalismo periférico, y todos ellos, los cuatro ponentes, rondan o superan los sesenta años.

Conocidos algunos nuevos datos de interés, los ponentes declamaron opiniones ya supuestas. Opino que queda pendiente la visión de jóvenes profesionales menorquines especialmente la de los que han tenido que emigrar de nuestra isla para poder realizarse profesionalmente. Quizás unos y otros, especialmente los representantes de esa nueva emigración menorquina del siglo XXI, podrían aportar una visión distinta de cómo organizar una isla que sufre una administración a la deriva por exagerada.

Todos nos estamos convenciendo: Este Estado autonómico es inviable y Menorca no puede continuar con ocho ayuntamientos y un Consell Insular para gestionar la vida de algo más de setenta mil habitantes. No es posible mantener a cinco mil funcionarios. Esta macro administración empobrece la isla. La encorseta con abusivas normas que pretenden justificar el "establishment" existente pero que finalmente solo la dañan.

La actual decadencia de la isla la tutelaron los anteriores gobiernos municipales e insulares en su ceguera aldeana y centrípeta. Pero hora es ya de superar aquel mal gobierno. Muchas veces he escrito ya que uno de los principales problemas de Menorca son las actitudes de algunos menorquines que se oponen a integrar la isla en los esquemas de la sociedad globalizada moderna. Prefieren mantenerla en el siglo XIX.

"Aquí se quiere un turismo sin turistas" (Gabilondo dixit). Clavado y cristalino.