TW
0

El Ayuntamiento de Maó ha decidido establecer una normativa que regule el funcionamiento de los bares durante las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia. Es una iniciativa que persigue un respeto mientras duren los tradicionales actos, como son la qualcada y el jaleo, y que en los últimos años quedaban desvirtuados a causa de la excesiva potencia de la música ambiental de algunos de los establecimientos radicados en el centro de la ciudad. Esta misma medida ya ha sido aplicada este verano con éxito en otras poblaciones, como Ciutadella - mucho más restrictiva- y Es Castell. También se ha decretado que los locales deberán apagar sus equipos musicales a partir de las 6 de la madrugada del sábado. "Los silencios también son necesarios" en determinados momentos de la celebración, recalca el teniente de alcalde de Servicios Generales, Salvador Botella. El incumplimiento de estas directrices supondrá una sanción. También es acertada la decisión de que a partir del próximo año será de obligado cumplimiento el uso de los vasos de cartón.

Todas las acciones, evaluadas y llevadas a cabo en su justa medida, encaminadas a salvaguardar la esencia y solemnidad de las fiestas son sin duda un paso positivo.