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El Plan Insular de Cooperación ha sido una herramienta útil hasta ahora para llevar a cabo obras en todos los municipios de la Isla con la participación de todas las administraciones. Las políticas de austeridad han vaciado de contenido este plan. Este año se invertirán poco más de 700.000 euros, de los que los ayuntamientos aportan 400.000. El resto corresponde al Consell, que reservará 300.000 euros con cargo a los presupuestos de 2013, puesto que este año arrastra, como en anteriores ejercicios, el coste de 2011. El Govern ya dejó de colaborar en 2010 y el Estado este año tampoco participa. Es un fiel reflejo de la penuria económica que afecta a todos los niveles de las administraciones públicas y que se traduce en una reducción progresiva del presupuesto. El año pasado era casi el triple que en el nuevo plan. Es una lástima que se pierda la dinámica de la colaboración entre las distintas instancias administrativas. Esto perjudica a los ayuntamientos, que son los que deben soportar el coste de mantenimiento de los núcleos urbanos. Muchos de los proyectos que se presentan este año consisten en mejora de aceras, pavimento de calles, señalización o adecuación de espacios públicos. Es positivo que, como mínimo, se mantenga la colaboración entre todos los ayuntamientos y el Consell.