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El presidente del Govern y del PP balear se mostró ayer inflexible en cuanto al cumplimiento del código ético del partido, que veta el acceso a las listas electorales a los militantes imputados en una causa judicial y que también obliga a la renuncia de los cargos públicos que se encuentren en la misma situación. José Ramón Bauzá adoptó este compromiso con los ciudadanos en un intento de limpiar la imagen de corrupción instalada en la clase política balear y no está dispuesto a echarse atrás, pese a que en el seno de su formación existen algunas voces discrepantes por lo que ello implica. En este sentido, se recuerdan imputaciones que quedaron en nada y también puede plantear un problema si alguno de los afectados se resiste a dimitir. Pero ante las posibles críticas, el líder popular afirma que "en política no es solamente lo que se es sino lo que parece". En Menorca, Antoni Juaneda no ha dudado a la hora de actuar con coherencia y abandonar su puesto de director insular de la Administración del Estado nada más conocerse su imputación en el caso Over. Por más dudas que puedan surgir a nivel interno, el ejercicio de transparencia y responsabilidad que se ha autoimpuesto el PP debe cumplirse por el "contrato" que firmó con el electorado.