No piden limosna, exigen derechos

Si ya le parece que su vida es dura intente imaginarla con algún tipo de discapacidad. Intente pensar lo que sería pasear por la calle de su pueblo sin poder ver, o subido en una silla de ruedas, o sencillamente con una movilidad reducida o algún tipo de discapacidad intelectual, cuesta hasta imaginarlo ¿verdad?

Dice muy poquito de una sociedad democrática, como se supone que es la nuestra, la manera en como se está tratando a los ciudadanos que tienen algún tipo de discapacidad, ellos no piden limosna, exigen derechos.

Derechos que se les están negando, a ellos y a sus familias, recorte tras recorte. Y que no vengan, una vez más, con la cantinela de que no hay dinero, de que la caja está vacía y bla, bla, bla. Si han sido capaces de entregar miles de millones a los bancos, si son capaces de mantener obras megalómanas cerradas que cuestan una millonada, si son capaces de mantener sus sueldos y privilegios además de enchufar a familiares y amigos en altos cargos completamente inútiles pero generosamente retribuidos, si no son capaces, o no quieren, luchar contra la economía sumergida y la vergüenza de los paraísos fiscales, si no les interesa acabar con los cientos de casos de corrupción, por favor que no nos suelten más el rollo de que no hay dinero. Dinero hay, y mucho, lo que ocurre es que está muy mal repartido.

Cuando vengan las próximas elecciones se les llenará la boca al hablar de las personas con discapacidad, pondrán bien grande en sus programas electorales que su prioridad serán los que menos tienen, soltarán discursos tramposos donde hablaran de la importancia de los servicios sociales, la sanidad, la educación. Mentirán sin pudor para conquistar de nuevo los votos necesarios que les de el poder, poder que usaran para castigar a la mayoría de los ciudadanos y beneficiar a las elites y lobbies económicos, ya nos conocemos la jugada.

A ver si se enteran de una vez por todas: cuando una persona con síndrome de Down, cuando una persona con parálisis cerebral, cuando una persona con Autismo, cuando una persona con paraplejia, cuando una persona invidente, cuando una persona con cualquier tipo de discapacidad sale a la calle a protestar exige derechos no pide limosna, porque son ciudadanos que aportan y enriquecen a la sociedad. Deberíamos sentir vergüenza del gobierno que no les escuche.

Y lo más triste, queridos lectores, es que privatizarán (ya lo están haciendo) todos los servicios públicos y ya no verán si una persona tiene o no discapacidad, solo verán si tiene o no dinero.