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Cuesta horrores no ponerse melancólico a estas alturas del 2012. No porque el año esté a punto de acabar sino porque lamentablemente el argumento se ha parecido demasiado al 2011 y, desafortunadamente, el 2013 no parece que vaya a cambiar. Al que está a este lado de la página, como imagino que le pasa al de la otra orilla, le empieza a resultar tremendamente cansino y repetitivo todo lo que le envuelve. Como una película de bajo presupuesto. Pero no queda otra que echarle narices y levantar el asunto.

Imagino, amigo lector, que andarás lamentándote por las esquinas como alma en pena porque acaba el año sin que hayas cumplido la mayoría de propósitos que te marcaste hace 365 días. Tranquilo, yo tampoco los he cumplido. En el gimnasio siguen cobrándome lo que no sudo, la ropa que me compré para ir en bicicleta todavía lleva la etiqueta y mi inglés sigue sonando macarrónico y blasfemo. Pero tenemos excusa.
Con la que está cayendo es mejor tumbarse a la bartola y dejarse llevar por la crisis hasta un nuevo puerto. O hacerse del Barça 'i parlar català'. En cualquier caso, sería lo fácil, y tú y yo sabemos que las victorias, para que merezcan la pena, deben de sufrirse antes de saborearlas.

Ni nos dejaremos llevar, ni nos haremos del Barça, ni le seremos infieles al menorquín, 'idó sí!'. En 2013 seguramente tampoco aprenderemos inglés, el gimnasio seguirá siendo una utopía y no le habremos quitado las ruedecitas de ayuda a la bicicleta. Somos así, pero en nuestra inmensa facilidad para ignorar los propósitos que nos ponemos, también está la capacidad de levantarnos por cada golpe que nos den. Nos lo pondrán difícil, el 2013 viene peleón, que no quepa duda, pero nos haremos más fuertes. Los que tenemos la bendita suerte de tener trabajo y los que no, los que tenemos salud y los que no, los que llegamos a fin de mes y los que llevan meses sin llegar a ninguna parte, no nos rendiremos.

Puede que las perspectivas en el próximo año no sean buenas, pero hay que aguantar el chaparrón. Hace unos días leí en algún lugar que "la vida no es esperar a que pase la tormenta sino aprender a caminar bajo la lluvia". Ganaremos, que no quepa duda, saldremos de ésta victoriosos.
Feliz año a todos los que frecuentáis este rincón

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dgelabertpetrus@gmail.com