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El balance de la crisis específica que ha vivido y que todavía no ha superado Quesería Menorquina es positivo. La empresa actual, formada por los trabajadores y los directivos, se ha enfrentado a situaciones muy complicadas que habrían podido suponer la desaparición de una de las principales industrias de la Isla. La tenacidad para conseguir los objetivos de su hoja de ruta ha dado unos resultados esperanzadores. Todavía debe levantar el concurso de acreedores y quizás aspirar a recuperar la marca "El Caserío" para volver a tener la fuerza de los buenos tiempos pero hoy ya cumple con uno de sus principales objetivos: ofrecer todo el empleo posible. En este aspecto ha pasado de una ocupación del 15 por ciento, de sus peores momentos, al 70 por ciento actual. Todavía serán necesarios algunos sacrificios para garantizar la supervivencia, aunque hay que reconocer ya que el enorme esfuerzo realizado para salvar una situación crítica es un buen ejemplo de cómo enfrentarse a estos tiempos de grandes dificultades. La implicación de todos ha conseguido una respuesta positiva de otras empresas y entidades que han creído en la capacidad de Quesería Menorquina de remontar el vuelo. Concluir un año muy difícil con una buena noticia económica es una forma de aspirar a un 2013 mejor.