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El Proyecto de Ley de Pesca, Marisqueo y Acuicultura, que promueve el Govern establece la regulación de numerosas actividades, y este es un primer aspecto positivo. La norma llegará en un momento en que el sector padece una difícil situación económica, por el encarecimiento de los costes y las dificultades para valorar las capturas. Por tanto, la nueva legislación no solo debe ordenar, establecer las políticas de las reservas marinas, la conservación de los recursos, sino que ha de dar posibilidades de actividad al sector, cumpliendo con criterios básicos. Las cofradías de Menorca han lamentado que no se contemple un plan de gestión propio para Menorca, por sus peculiaridades y condiciones, que merecen un trato específico. Algunas alegaciones presentadas, con ánimo de conservar los caladeros, no han sido consideradas en el Proyecto de Ley. Quizás en el trámite parlamentario de presentación de enmiendas sea posible introducir cuestiones que los empresarios y profesionales del sector pesquero consideran importantes. No basta con plantear la posibilidad de que las barcas de pesca puedan compatibilizar una actividad turística. El desarrollo del sector merece una visión global.