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Como parte de las actividades programadas con motivo del Día del Libro, el Ayuntamiento de Alaior ha organizado para el próximo sábado la proyección de la película "Il Primo Uomo" (Sala de Actividades Ciudadanas, 19 horas). Dirigida por Gianni Amelio y editada en 2011, es ésta una producción franco-italiana que está basada en la novela homónima "Le premier homme", mereció el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Toronto y hasta el momento no se ha estrenado en España.

Tal vez convenga recordar que la novela se publicó en 1994 de forma póstuma. El premio Nobel Albert Camus trabajaba en ella y la tenía prácticamente perfilada cuando en 1960 murió en un trágico accidente de tráfico cerca de París. El manuscrito en el que trabajaba fue recuperado entre el amasijo de chatarra en que quedó convertido el coche en el que viajaba. Camus tenía 47 años cuando murió. La novela permaneció inédita hasta que la hija del escritor, Catherine (así llamada en honor de su abuela argelino-menorquina), se hizo cargo del legado familiar tras el fallecimiento de su madre, la viuda y exmujer de Camus.

"El primer hombre" es, no solo la última de las obras de este pensador, sino también la obra más personal del autor. Presenta rasgos de los primeros estratos de su biografía a través del personaje Jacques Cormery (alter ego de Camus), atendidos desde la perspectiva del reconocimiento propio, en lo que es un relato exquisito, escrito casi a vuela pluma, desde la madurez y con maestría en el oficio acreditada por un prestigio internacional.

Tres o cuatro años antes de su muerte, Albert Camus se decidió por fin a cumplir el deseo de su anciana madre, hija de emigrantes menorquines, y se desplazó a Argel para visitar por primera vez la tumba de su padre, un colono francés que falleció prematuramente en la Guerra Mundial de 1914 cuando él tenía apenas un año.

La visita se produjo en el contexto de las revueltas de liberación y supuso el reencuentro del premio Nobel con los escenarios de su infancia, ahora convulsos en el fragor del proceso de independencia de Argelia.

Camus se reencontrará también con los recuerdos de su origen muy humilde, con la huella de la rigidez en la formas de educación de la época, inmerso también en un contexto familiar presidido por la rectitud, la miseria y el analfabetismo en contraste con los estímulos a su formación, emanados de un maestro sin grandes medios, que a la postre serían cruciales para hacer emerger un talento de categoría de Nobel. Sin duda hay elementos sobrados para un posterior coloquio sobre la educación.

La película sobre los episodios y escenarios apuntados, ganó el premio de la Crítica Internacional de Toronto en 2011, pero no ha sido todavía doblada al español. Entre la posibilidad de proyectarla en francés, que sería más acorde a las circunstancias vitales del escritor franco-argelino, o en italiano, que es la lengua original de la película, optamos por este segundo idioma, es decir, nos quedamos con la versión original. Con la ayuda de los subtítulos en italiano y la expresividad propia que da la imagen, la película se hace perfectamente comprensible para el espectador menorquín. Ya habrá ocasión, más adelante, de proyectar el film en lengua francesa.

Esta propuesta cultural no necesitaría de ninguna otra justificación accesoria, pero nos complace poderla presentar precisamente este año, cuando se cumple el centenario del nacimiento de Camus. Por tanto, un siglo después de su nacimiento, volvemos a los orígenes del primer hombre.