Tarjeta postal nº 1317 Hauser y Menet, especialistas fotografiando nuestro puerto (Archivo Margarita Caules)

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Semanas anteriores comenté que la mayoría de fotógrafos procedían de Francia. En esta ocasión, al referirme a Hauser y Menet, debo recalcar que se trataba de fotógrafos nacidos en Suiza, que en 1890 se establecieron en Madrid, calle Turco 18, en 1944 se encontraban en Ballesta 28, de la misma ciudad.

Hauser y Menet, amén de ser dos pintores excelentes, calculaban a la perfección con su objetivo lo más relevante para ser fotografiado, lo que les dio pie para instalar su taller de fototipia en la capital española. Muy pronto se vieron desbordados por pedidos desde todas las provincias españolas incluidas las Islas, lo que les hizo hacerse con un equipo de fotógrafos, que lamentablemente son anónimos. Lo que sí nos consta es que en un principio fueron ellos mismos los que se desplazaban con las cámaras.

Sus comienzos fueron de la mano de las nuevas ordenanzas, cuando las postales ilustradas eran utilizadas por los que se veían en el compromiso de tener que escribir i no sabien què havien de dir. La postal para ello era idónea, debido al poco espacio, con pocas líneas era más que suficiente. El reverso de las postales, a mano derecha, estaba destinado para pegar el sello y la dirección, prohibiéndose escritura alguna que no fuera la dirección del destinatario, lo que hacía que el texto se mezclara con la imagen, es por ello que todos disponemos de fotografías a veces tan difíciles de leer.

De 1906 a 1918 aquellas tarjetas, tan limitadas para la escritura, en su reverso disponían de dos partes, continuando con la derecha para la franquicia y la dirección del destinatario siempre y cuando fueran dirigidas en el interior del reino, y en la izquierda para el texto, pudiéndose conservar la impresión "ben neta". Igualmente sucedía con las llamadas postales románticas, con preciosas jóvenes y niños y también parejas o escenas de enamorados, huyendo de la censura. Precisamente estas, fueron normalmente editadas e impresas en el extranjero. No hay más que mirar los archivos, y adivinar, sin esfuerzo alguno, las primeras que se realizaron en nuestro país. Ni las señoras, ni los montajes son tan exquisitos como las alemanas, ni las francesas, algo que debieron pasar muchos años hasta que por fin los españoles pudieran competir.

En muchos archivos se encuentran las primeras fotografías pasadas a tarjetas de nuestra isla, en blanco y negro por un tiempo importante. Fueron, los fotógrafos suizos quienes pusieron de moda las postales conocidas como "Recuerdo", mostrando varias viñetas y también en forma de bloc, usadas individualmente.

Imagino que aquel negocio debió ser lo que se conoce como una moda, dando pie a que salieran infinidad de empresas dedicadas a fotografiar ciudades y pueblos, convirtiéndolo en tarjeta postal.

Añadir que la fototipia, usada en 1890 por Hauser y Menet, era un procedimiento fotomecánico obtenido sobre vidrio, basado en la propiedad de una solución de gelatina de volverse insoluble en los puntos afectados por la luz, se le añadía un pequeño porcentaje de sales de cromo, procedimiento artesanal que evitaba el tramado.

Me atrevo a escribir que el cliente más importante de nuestra ciudad fue Remigio Alejandre.

La imprenta Hauser y Menet, propiedad al cien por cien de la familia Wicke, cerró por acumulación de deudas en 1979, después de 90 años de servicio al público.

Imprimía revistas como "Hola" e "Interviú".

Pero hubo muchos más, incluso para algunos, los suizos los más importantes, entre ellos me atrevo a enumerar alguno de ellos:
Carlos López Albertí, firmando con su último apellido. Fue un enamorado de la Isla, haciendo aparecer en infinidad de ocasiones momentos muy importantes de la vida urbana y cultural y paisajes de Menorca en la prensa gráfica.

Ediciones J. Bracons de Barcelona, dieron a conocer las imágenes de nuestra rada en color.

Hausman, la empresa mallorquina, que al igual que la mayoría de fotógrafos lo que más le atraía era el puerto Mahón.

Luciano Roisin, editor catalán, editó series numeradas de tarjetas de muchas ciudades españolas entre ellas nuestras calles y plazas.

Otro editor francés, Leví Fils Et Cie, que bajo las iniciales del fotógrafo francés Lucien Leví, comercializaba postales, a la vez que continuaba en ello la casa Hauser, aunque de peor calidad que las de su serie general; y la fototipia Lacaste que en 1916 se transformo en J. Roig, todos ellos, incluido J. Lacoste, llegaron a firmar vistas con nuestros paisajes, entre ellas la colección Ateneo iniciada en 1900. Preciosas.
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margarita.caules@gmail.com