TW
0

La oposición del Consell, con la colaboración mediática suficiente, ha creado un falso caso sobre la incompatibilidad de Fernando Villalonga para la gestión de Pesca. Si nadie denunció la situación de este conseller con intereses en el sector cuando fue nombrado, tampoco tenía sentido abrir una gran investigación más de un año después por la apertura de dos expedientes sancionadores a su exsocio y a su esposa. Ha sido una pérdida de tiempo por unos intereses políticos injustificables en estos tiempos. Además, se ha tratado de una falsa polémica, que ha obligado a Villalonga a demostrar su inocencia en lugar de que quienes acusan demostraran su culpabilidad. El sector de la pesca tiene suficientes frentes abiertos para tener que estar entretenido en objetivos inútiles. El caso de la incompatibilidad está cerrado. Ahora lo que hace falta es cerrar las consecuencias del mismo, como es la comisión especial de Pesca. El equipo de Gobierno tampoco debe malgastar sus energías para demostrar que Tuni Allès cometió alguna irregularidad en su gestión. Si se sospecha de algún error político, forma parte del pasado. Si existe una irregularidad grave, que intervenga la instancia que corresponda. Hay que hacer política con lo que ayude a superar la crisis. De la otra política, como se ha demostrado, conviene prescindir.