TW
0

La demora en la aprobación de la Norma Territorial Transitoria afecta a la actividad del sector de la construcción, aunque no sea la panacea. La burbuja inmobiliaria es la causa de la saturación del mercado. La recesión económica y la falta de financiación provoca la parálisis del sector. Por tanto, el PTI no es la solución a todos los problemas del sector, sobre todo porque no es imaginable volver al pasado, a un ritmo de desarrollo inmobiliario que no se corresponde con la demanda, sino con una especulación que lleva al colapso. Ahora bien, la posibilidad de facilitar las reformas y resolver cuestiones que afectan al suelo rústico puede animar a los propietarios a llevar a cabo proyectos que permitan una mayor actividad a los arquitectos y a las empresas de construcción que sobreviven. De la Norma Territorial puede esperarse ese resultado, la posibilidad de nuevos proyectos, además de la opción del desarrollo de algunas actuaciones ahora paralizadas por la normativa. De todas formas, la reactivación de la construcción va asociada a la recuperación económica y al interés que muestren empresas e inversores para llevar a cabo proyectos que se ajusten a los objetivos de mejora de la calidad de nuestro producto turístico.