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No sé ustedes, pero yo hace tiempo que estaba necesitado de un poco de aire fresco, pero no solo de ése capaz de reducir el fuerte calor estival, me refiero al frescor de las últimas noticias que están apareciendo en los medios de comunicación. Debo confesarles que llevaba mucho tiempo girando las páginas de la prensa en la certeza de que iba a toparme con nuevas y desastrosas noticias y acertaba, vaya si acertaba. Era como saber de antemano el menú que te iban a servir, el de siempre, el conocido, el intragable. Sin embargo este pasado lunes las páginas eran más livianas, buenas y esperanzadoras noticias llenaban los espacios más destacados: medallas obtenidas por nuestros representantes en los Island Games, los más de 50.000 usuarios que han utilizando el nuevo ascensor del puerto en menos de un mes, el gesto voluntario y no obligado de dejar los vehículos en la zona alta del puerto, lo que indirectamente se traduce en menos circulación en el propio puerto, las jardineras instaladas frente a la mayoría de restaurantes impidiendo así el aparcamiento de vehículos y brindando al visitante la posibilidad de descubrir que, más allá de los coches, existe el mar y un extraordinario paisaje para ser disfrutado y todo, señores, con un amplio consenso. Claro que habrá quien diga que eso no es suficiente o que mejor sería de otra forma, pero es lo que hay y es bueno lo que hay, que diablos, disfrutémoslo. Tengo un grano de arena en el ojo que me molesta un montón.