Con esta épica frase de Matrix, película de culto para los que nos fascina todo lo relacionado con la tecnología, Morfeo daba la bienvenida a Neo a lo que era en un futuro el mundo real. Un mundo sumido en un caos total, mientras el resto de la humanidad vivía en un mundo generado y controlado por las máquinas, el cual era una reproducción exacta del que conocemos actualmente.
Neo, programador informático, es finalmente el elegido para liberar a la raza humana de la esclavitud de las máquinas, siendo ésta la parte poética de la película que más me fascina. La tecnología ya forma parte inherente de nuestras vidas y nos permite crear, comunicar o compartir como nunca antes hubiera sido imaginable.
En nuestro mundo la tecnología marca el ritmo del progreso y las pautas de la vida. Un mundo modelado por la tecnología.
Pero, al contrario que en Matrix, los que realmente generan este mundo son los programadores. Muchos creen que los que tienen el control son las grandes empresas de software, pero no es así y ellas son muy conscientes de que sin desarrolladores que creen aplicaciones en sus sistemas no valdrían para nada.
Imagínense su móvil, tablet u ordenador sin ninguna aplicación. Increíbles dispositivos totalmente muertos sin ninguna utilidad práctica. Máquinas inservibles.
Vivimos en un tiempo realmente emocionante donde cualquiera con los conocimientos necesarios puede, sin grandes inversiones, desarrollar grandes ideas. Y, en cierta manera, puede controlar una parte de Matrix.
No nos podemos ni imaginar qué dispositivos y tecnologías utilizaremos en los próximos años, pero de lo que sí estoy totalmente convencido es de que los desarrolladores seguirán teniendo la llave del futuro.
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