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Corresponde a las administraciones -Consell de Menorca y Govern balear- crear las condiciones para favorecer e impulsar la actividad económica, pero quien debe protagonizarla son las empresas con su capacidad inversora y emprendedora. El Foro Turismo y Naturaleza, celebrado ayer, puso de manifiesto cuál es la gran asignatura pendiente de Menorca Reserva de la Biosfera.

Veinte años después de esta declaración internacional, aún no se ha alcanzado la implicación y participación del sector privado. Hemos apostado por un modelo de desarrollo sostenible, nos enorgullecemos de las áreas naturales protegidas y defendemos un crecimiento ordenado e integrado, pero no hemos sido capaces de obtener los rendimientos, los buenos resultados y los beneficios que debe aportar a la economía menorquina el reconocimiento del Comité MaB de la Unesco.

Menorca goza de unas enormes potencialidades y atractivos, que subraya su condición de Reserva de la Biosfera. La iniciativa empresarial debe adoptar una actitud más activa y aprovechar los recursos de esta declaración. Es el momento de innovar tanto en promoción como en marca y producto.