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En unos instantes tomaremos tierra en el aeropuerto peatonal de Castellón. Elegimos España como primera etapa de nuestro periplo por este bello planeta en virtud de que presenta unas características verdaderamente sorprendentes que estamos seguros apreciarán en su justa medida y apostamos que su experiencia en este extraño país les brindará un impagable material para entretener y sorprender a sus familiares y amigos cuando comenten en las sobremesas las extraordinarias paradojas que aquí podrán observar.

Y hemos elegido este aeropuerto con telarañas para que nuestra presencia pase desapercibida, pues a pesar de que en esta instalación habrá sin duda terrícolas que percibirán salario público por atender las posibles incidencias, estamos seguros de que en estos momentos se encontrarán sesteando o tomándose unas cañitas, pues no tiene vuelos programados (ni están ni se les esperan, según chiste local, festejado habitualmente con alegres carcajadas).

Por su propio interés les rogamos mantengan sus pertenencias, así como sus derechos fundamentales y sus ojetes, vigilados en todo momento. Presten también especial atención a las cacas de perro.

Sus guías personales nos informan de que algunos de ustedes son alérgicos a la corrupción. Es por ello que nos complace ofrecerles algunos consejos para evitar el contacto con individuos corruptos durante su estancia.

Un riguroso estudio publicado por la prestigiosa revista SSD (Spain Still Different) asegura que el lugar que ofrece la menor probabilidad de toparse con un corrupto de alto standing es la cárcel. En efecto, es en las calles donde existe un elevado riesgo de darse de bruces con cientos de imputados vintage (como el propio creador de este aeropuerto); con ex imputados de causa sobreseída no por falta de pruebas, sino por prescripción de sus delitos tras largos años de inercia procesal al ralentí; condenados en primera instancia que recurrieron a la espera de que lo suyo prescriba convenientemente; imputados en teoría insolventes que gozan de libertad condicional bajo fianzas multimillonarias , sin duda reunidas gracias a repetidos golpes de suerte en los sorteos de la lotería o en ayudas solidarias de sus admiradores; imputados que acumulan sentencias condenatorias pero que permanecen en la calle a la espera de nuevos juicios en los que el fiscal pide penas aún mayores de las que ya les fueron impuestas; preimputados que nadie se atreve a imputar por tener apellidos que no encajan bien con el mobiliario de un tribunal; condenados en fin que habiendo sido declarados culpables también en última instancia, resultaron a la postre graciosamente indultados por gobiernos de distinto signo pero curiosamente coincidentes en el uso de esa turbia prerrogativa con la que se autodotaron sin que (extrañamente) nadie protestara...

Mientras esta profusa fauna pulula libre como gaviotas, las cárceles que les reservan hueco inútilmente, permanecen ambientadas provisionalmente con chorizos de poca monta.

Como norma a general les recomendamos que procuren no tener problemas con eso que en España llaman (ignoramos si metafórica o eufemísticamente) "La Justicia", a menos que puedan acreditar su calidad de consejeros delegados de algún banco de la galaxia, expresidentes de comunidad estelar o cargos convalidables.

Les conviene asimismo eludir cualquier posible conflicto con según qué policía autonómica a no ser que manejen sus extremidades con la destreza de Uma Thurman enKill Bill.

Un último consejo antes de abandonar la nave para quienes sufran de intolerancia a la mentira: les aconsejamos que no viajen en periodo electoral y en todo caso que no escuchen declaraciones de portavoces de los distintos partidos e instituciones; tienen por estos pagos la irrefrenable tendencia a fabricar guiones demasiado creativos, a negar lo innegable y a prometer lo imposible.

Muchas gracias por elegir Cosmosjet, esperamos que el vuelo haya sido agradable y confiamos en verles nuevamente a bordo.