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Decía el cardenal Tarancón que «los obispos españoles tienen tortícolis de tanto mirar a Roma». Pero desde que empezó la 'primavera' del Papa Francisco, los nuevos vientos que soplan desde la Ciudad Eterna anuncian un fin de etapa y grandes cambios que se están gestando estos días.

Hoy se conocerá el nombre del nuevo secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española. Relevará al obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, que durante diez años ha sido la mano derecha del cardenal arzobispo de Madrid.

El sustituto del poderoso Antonio María Rouco Varela ya ha sido decidido en Roma, hacia la que siguen mirando los mitrados españoles, hoy más nunca, para entender los gestos, las decisiones y los mensajes de este Papa jesuita que ejerce de franciscano y de dominico para renovar el mensaje del Evangelio.

El nombramiento del nuevo secretario de la Conferencia Episcopal es el primero de los relevos, porque entre febrero y marzo todos los obispos españoles visitarán al pontífice que llegó de Argentina para informarle sobre la situación de sus diócesis en la «visita ad limina». Y a mediados de marzo la Conferencia Episcopal elegirá a su nuevo presidente. El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, aparece como primera opción para volver a presidir este organismo.

Este momento ya habrán sido designados los nuevos titulares de las dos sedes más importantes de España: Madrid y Barcelona, o sea los cardenales Rouco y Martínez Sistach. Para suceder al arzobispo de Barcelona suena con fuerza el jesuita mallorquín Luis Ladaria, secretario de la Congregación de la Doctrina de la Fe y profesor en la Gregoriana Pontificia. Pero el obispo menorquín Sebastià Taltavull, auxiliar de Barcelona, también nos depararará sorpresas.