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VIERNES, 12
Cuando empezaba a otear el final de temporada de artículos sabatinos para trasladarme davall s'ullastre y ponerme a novelar en su doble acepción lectora/escritora, recibo un e-mail del editor del Diario MENORCA, mi viejo compañero de estudios periodísticos y otras excursiones cinegéticas, Josep Pons Fraga, en el que se me conmina (cualquier petición d'«Es Diari» es para mí conminatoria: me ha dado tanto que no puedo negarle nada) a preparar una pequeña conferencia sobre «Creación literaria» para el acto de concesión de los Premis de Narració Curta i Poesía de l'illa de Menorca que tendrá lugar a mediados de junio. Aunque le pido dos días de margen para ver «si se me ocurre algo», sé enseguida que diré que sí, como lo hice cuando hace cinco años la alcaldesa Águeda Reynés me pidió que preparara el pregón de fiestas. ¿Cómo va a renunciar uno a semejante honor por ciclópea que le parezca la tarea? ¿Y cómo renunciar ahora a reflexionar sobre la creación artística en el marco de un concurso literario cuando uno se ha pasado media vida intentando sacar algo de su interior y convertirlo en palabras?

SÁBADO, 13
Cielo despejado, luz esplendorosa. Damos la bienvenida a Nacho de «El Cachito» que vuelve en primavera como los nísperos. Le animo a volver decir cosa, su celebrada sección en «Es Diari». Hoy, por ejemplo toca decir cosa del críptico asunto de los piratas informáticos que lanzan un inquietante ciberataque global que por lo visto puede afectar a numerosos flecos de nuestra atribulada existencia periférica. Hay asuntos que razones biológicas, Nacho, me temo que ya no vamos a entender nunca: algoritmos, dataísmo, hackers, la perversa disyuntiva Pedro Sánchez/Susana Díaz (¡Patxiiiiii!), la madre superiora y sus misales, el apoyo al payaso bolivariano de unos universitarios metidos a políticos, la surrealista presidencia de otro histrión como Donald Trump,….

DOMINGO, 14
Premio gordo para los parroquianos del vermut dominguero en Sa Vinya d'es Port: aparece por allí la joven pero ya afamada cantautora Victoria Canal que nos ofrece dos de sus creaciones ante el entusiasmo de los presentes, encandilados por su voz sedosa, llena de sensualidad, y una simpatía proverbial. Victoria nació sin el brazo derecho lo que no ha sido óbice para que dominara varios instrumentos musicales como el piano, ukelele, trompeta y guitarra y desarrollara una prometedora carrera por diversas ciudades del mundo. De la mano del dinámico promotor musical Tato Rabassa, Victoria actuará este verano en Menorca. Será un placer saludarla y escucharla de nuevo. De momento me empapuzo de sus videos en Youtube…

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Vermut en mano comentamos con los amigos el gallo de anoche en Eurovisión, perpetrado por el cantante español («catalán» desde entonces en los medios nacionales) Manuel Navarro, así como el milagro de que se impusiera una canción de verdad, con la melancólica resonancia de un fado, sobre la vacía pirotecnia del resto de cantantes, hermanados también por su papanatismo de cantar todos en inglés (eso sí que es una auténtica normalización lingüística). Salvador Sobral, el cantante portugués se mostró seductor y su canción gana en dinamismo (es quizá demasiado lánguida) cuando la canta con la autora, su hermana.

LUNES, 15
Veo un buen rato el debate de las primarias del PSOE, a cara de perro, entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, y más templado cuando interviene un institucional Patxi López. Además de evidenciar la innegable fractura del partido, me llama la atención la presencia a ratos latente, pero casi siempre explícita, del resentimiento de Pedro Sánchez por su defenestración de octubre, lo que dio paso al gobierno de Mariano Rajoy. Pedro respira por la herida y me recuerda mucho al insepulto rencor de Aznar desde el infausto 11-M. Mal compañero el reconcomio para cualquier actividad en la vida y quizás más para el ejercicio de la política, necesitado de temple y amplias tragaderas.

MIÉRCOLES, 17
Según el catedrático de economía Antón Costas, con quien tuve que ocasión de compartir mesa hace unos meses en Barcelona, lo relevante de las elecciones francesas no es tanto el frenazo (¿temporal?) a los populismos como el aparatoso desplome del centroizquierda que, para él, no significaría el fin de la ideología socialdemócrata. El éxito de Macron, al fin y al cabo, demuestra que sigue habiendo un importante mercado de votos para aquellos líderes políticos que tengan el coraje de formular un mensaje esperanzador frente a la desigualdad, la pobreza y el miedo al futuro. Lo que está en juego con el contrato social de Macron es precisamente la relevancia de la socialdemocracia en la sociedad del siglo XXI… Sobre eso, curiosamente, no aportaron nada de luz los espadachines socialistas.

JUEVES, 18
Prosigue el frenético chapoteo en la charca de la corrupción que ahora parece alcanzar a la autoerigida paladín de la denuncia, Cristina Cifuentes. ¿Alguien ve la luz al final del túnel?