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Mamá se va de viaje y vuelve en días. Será quizás el tiempo más largo que estoy sin mi hija de cuatro años. Respeto su horas lectivas de clase y su rutina, porque lo más fácil hubiera sido llevármela. Pero tiene un buen apoyo, entre su padre, las amigas, su maestra y el centro escolar.

Las personas que no tenemos la familia como vecinos nos es difícil conciliar. Y más en esta isla cuando los vuelos con Valencia son tan farragosos. Hay opciones, que la cuide una persona ajena a nuestro entorno o con gente que conoce, con algunos de sus amigos. Va experimentar cierta independencia de su madre y esas experiencias ayudan a crecer.

Al benjamín de la casa me lo llevo conmigo -por ahora puedo saltarme su rutina-, porque me necesita. Está en la construcción de su persona más que nunca. Y la vuelta a la escuela infantil no le ha sentado muy bien. Porque necesita encontrar seguridad en sí mismo.

¿Cómo ayudo a un niño de dos años? ¿Cómo le enseño a sacar su carácter fuera de casa? Pues dedicándole más tiempo. Darle ese espacio de dedicación y que él sea quién experimente sensaciones nuevas sin su hermana mayor.

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Ahora es la circunstancia que me lo llevo de viaje. Pero cuando volvamos su padre y yo hemos decidido dedicar a cada uno de nuestros hijos unos momentos por separado. Su espacio de autorrealización. Es decir, que un día de la semana, cada uno iremos por su lado viviendo cosas diferentes con cada uno de nuestros hijos. Nos los iremos alternando. El pequeño tiene que enfrentarse por él solo a un parque, en una tienda,... cosas cotidianas que hacía con la mayor.

Desde que nació ha estado en un segundo plano sin tomar decisiones, sino detrás de su hermana o aislándose del círculo de amigos pues como ya estaba su hermana. Después llegaba la frustración en casa, se habría la caja de pandora: lloros, gritos, ¡reivindicación máxima! Y vuelta al biberón más que nunca, y a los regazos de mamá.

Sin pretender que ambos hermanos sean parecidos en carácter, sí que debemos trabajar en el pequeño para que lo exteriorice y lo saque fuera de casa. Es mejor pasarse de carácter que tenerlo secuestrado dentro de sí.

Es importante observar a nuestros hijos, y poder ayudarlos desde pequeños, acompañándoles en los años en que se forma su personalidad. Aunque hayan nacido en el mismo hogar con los mismos padres y estos den la misma educación y crianza a los dos, a veces no vale. Porque cada niño tiene su propio carácter y hay que ser sensibles en detectarlos, y responsables en saber guiarlos.

@sernariadna