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19-X-18

Me sigue emocionando la anual apertura de curso del Ateneo, que he vivido como joven curioso, socio, vicepresidente (quince años) y presidente (siete) y ex (mejor no seguir contando). Es de los escasos días del año que me pongo americana y me siento, con mariposas en el estómago, dispuesto a escuchar al conferenciante de turno, casi siempre una figura señera de las artes, las letras o las ciencias, como en esta ocasión, con la presencia del director del Museo Reina Sofía. La atmósfera del Ateneo, limpia de sectarismos e impregnada de tolerancia y raciocinio, lejos de las habituales trincheras, siempre me insufla un hálito de optimismo.

25-X-18

Felicito vía e-mail a sir John Elliot con quien compartí hace un año una inolvidable jornada en la isla, por su nuevo libro «Escoceses y catalanes. Unión y discordia» (Edit. Taurus), que presenta estos días en Madrid junto con el historiador español José Alvarez Junco, quien precisamente ocupará la tribuna del Ateneo en el último trimestre del curso recién inaugurado.

Al prestigioso hispanista, quizá el más reputado del mundo académico, que habla un espléndido catalán y es muy crítico con el procés, le sorprende que los medios españoles solo le pregunten por la actualidad catalana sin apenas interesarse por su perspectiva histórica que es lo que la hace comprensible… Me despido, aún conmovido por las atenciones que dispensa a un escribidor de ínsulas, y llamo inmediatamente a mi librero de cabecera desde hace cuarenta años, Miquel Llompart, para encargarle el libro.

26-X-18

Difícil resulta comprender la estrategia política del joven dirigente Pablo Casado quien tras predicar en Europa la mala nueva de los presupuestos (su mentor, Aznar hizo en su día lo mismo, llamando «pedigüeño» al presidente González cuando éste negociaba fondos estructurales europeos), propone la exhibición de banderas españolas en los balcones, la conveniencia de repetir incesantemente la jaculatoria ¡Viva el Rey!, y la proclamación de la Hispanidad como mayor logro del hombre, ayer llamaba nada menos que «golpista» al presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados… ¿De verdad piensan los estrategas de Génova que el tremendismo es la mejor manera de volver al poder?

27-X-18

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Leo con orgullo de paisano la noticia de la concesión del premio a la Ética Jurídica al juez Bartolomé Mesquida, un mallorquín tan menorquinizado que cita en su discurso al recordado profesor Hernández Mora, un innovador pedagógico que enseñó e incitó a leer a varias generaciones de mahoneses. Culto, afable, cortés y amigo de la concordia, el juez Mesquida se ha ganado a lo largo de los años la estima incondicional de los menorquines y recibe ahora un galardón más que merecido. Per molts anys, Tomeu.

28-X-18

«Más allá de la pulsión emocional de los clásicos, el fútbol es también un retorno permanente a nuestra niñez, que en el fondo es nuestra única patria» (Marius Carol en la Vanguardia)… Por una vez, hoy, día de fútbol épico, me siento felizmente patriota.

29-X-18

La radio matutina me despierta con las tremendas consecuencias del cap de fibló, del que por puro azar nos hemos librado en la zona de Levante, y para completar el panorama apocalíptico, informa de la consumación de la irremediable (y legítima, ay) victoria de Jair Bolsonaro en Brasil, un nuevo eslabón en la cadena de éxitos del populismo de derechas que predica el advenimiento de hombres fuertes, sin complejos, dispuestos a solucionar los complejos problemas del mundo actual en un plis plas. Como Trump, Bolsonaro es misógino, racista, mentiroso compulsivo, tremendamente autoritario («mejor matar que torturar» dijo sin despeinarse), tampoco cree en los peligros del cambio climático (¡pobre selva amazónica!) y mucho menos en la cooperación internacional («Brasil y Dios ante todo»)…

Desgarro a desgarro el equidistante ve cómo se va cuarteando el mundo en el que había soñado en su juventud nacional católica: vivir en un país democrático, laico, europeo con una aburrida por rutinaria (¡bendita rutina!) alternancia entre centro derecha y centroizquierda, que reconocieran de buen rollo la diversidad cultural, lingüística y de identidad nacional, un país solidario y favorecedor de la igualdad de oportunidades, un país de seres pensantes que no vociferantes ni cainitas como de penosa costumbre… ¿Habrá tiempo todavía de revertir la situación?... ¡Equidistantes del mundo, unámonos frente a los fantoches!

31-X-18

Gobernar es prever, anticiparse a los problemas. ¿Qué han hecho nuestros gobernantes, de todos los colores políticos, para anticiparse a nuestra vulnerabilidad energética?

Como dice el Cercle d’Economia de Menorca, merecemos una explicación clara y contundente de por qué ha sucedido un episodio de este tipo en pleno siglo XXI. Sin subterfugios.