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Se les llama «vientre de alquiler» por no decir «incubadora humana» que suena más fuerte. Pero lo desvinculan del sentimiento de ser madre, no sería correcto decir «madre de alquiler». Eso hace daño. Son personas que no creen en la concepción, ni en la gestación. La comunicación que hay entre madre e hijo. Estas navidades han dado la noticia de su paternidad y maternidad Ricky Martín, y Kim Kardashian por este método. Solo tienen que elegir y pagar. Para que su descendencia se les parezca a ellos en el físico. A mi estas noticias me duelen, aún no soy lo suficiente moderna. Considero que es un despropósito.ç

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¿El dinero puede con todo? Evidente que estos niños tienen derecho a vivir, y a ser felices nada les faltará, pero desde mi entender la adopción debería ser prioritaria. Niños con necesidades verdaderas de hogar y cariño. Un ejemplo vivo es Angelina Jolie, los ha tenido biológicos con el que fuera su marido Brad Pitt, y adoptivos. Los famosos tienen una responsabilidad civil porque hacen normal cualquier asunto. Pero no puedo dejar pasar que un vientre de alquiler se haga normal, porque creo en el vínculo madre e hijo desde el mismo vientre. Desde luego que la mujer que accede a llevarlo en su interior es por dinero, sea por necesidad o por capricho de seguir manteniendo una vida de lujos. Quiero pensar que cuando un famoso llega a la subrogación, es decir a alquilar un vientre ha luchado por todos los medios en la adopción, y que los papeles para conseguirlo se demoran demasiado para ser padres. Esta es la respuesta que me dio una persona a la que entrevisté, y que accedió a la gestación subrogada porque el sistema no le daba la opción fácil de adoptar al ser homosexual. Me pregunto qué sociedad estamos haciendo. Hasta los hijos los puedes comprar. Quizás tenga que reciclarme y ser menos nostálgica, y pensar que un vientre de alquiler no es una madre, sino una mujer con la mente fría que no acariciará su barriga como acariciando al bebé, ni le hablará cuando éste le da una patada. Me imagino que si tiene pareja esta mujer de vientre de alquiler tampoco le hará partícipe. Y me imagino que cuando le toque parir no hará el piel con piel que tanto se ha luchado porque sea un parto respetuoso, y de contacto directo con la madre. Quizás esto último, la piel me hace más un nudo en la garganta. No me puedo imaginar esas 24 horas conciliadoras donde el bebé de la única que se fía es la de su madre que la ha estado escuchando los nueve meses de gestación. Y los tres meses siguientes que lo único que quieren es estar en los brazos de la madre. Y no le dará el calostro, ni el pecho, ni esas defensas primeras para su sistema inmunológico. Por eso cuando leo noticias como las del cantante portorriqueño, y la estadounidense se me hiela el aliento. Y otros tantos más que han seguido este camino.