Se ha definido el negacionismo como «dar la espalda a la realidad a cambio de una mentira confortable». Cuando la realidad se presenta incómoda, amenazante o inaceptable, la mente pone en juego sus mecanismos de defensa y se resiste a creer aquello que le produce angustia o desesperación. Por eso, hay personas que niegan el cambio climático, el Holocausto, los crímenes cometidos en nombre de su ideología favorita o cualquier cosa que ponga en duda certezas y convicciones inconfesables. A veces, instintos primarios y destructivos se disfrazan de bellas palabras. Pero la realidad sigue ahí, impertérrita, inexorable, indiferente a nuestras elucubraciones o desvaríos. Le pasaba a Don Quijote y nos pasará a nosotros. Las consecuencias de nuestros actos llegarán tarde o temprano. Negar una crisis económica no hace que se disuelva. Saltarse las leyes o decir que son injustas no nos exime de las sanciones derivadas de su incumplimiento.
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Negacionismo
11/08/19 0:00
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