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22-XI-19 Viernes
Si los independentistas catalanes calcularon mal la fuerza de las instituciones españolas cuando se lanzaron a la suicida vía unilateral, también Donald Trump parece haber caído en el mismo autoengaño con respecto a las estadounidenses. Estos días lo está sufriendo en carne propia con las declaraciones abiertas con motivo de su improbable impeachment. El sistema norteamericano de controles y contrapesos (cheks and balances) sigue siendo modélico. Otra cosa es que el procedimiento llegue a buen puerto, que para buena parte de la humanidad no es otro que el de su destitución, porque necesita mayoría en un Senado dominado por los republicanos, pero por lo menos habrá dejado al presidente y sus mangoneos en evidencia. Una victoria para la democracia en época de vacas flacas, y un ejemplo a seguir, sea cual sea el resultado.

23-XI-19 Sábado
Entre partido y partido de la Premier League reviso mis notas del magnífico ciclo que han organizado el Ateneo y el GOB sobre ese monstruo más o menos agazapado que es la contaminación: Hay productos que contienen disruptores endocrinos (sustancias químicas que alteran el equilibrio hormonal) y estamos expuestos a ellos a diario, como pesticidas y herbicidas, envases alimentarios, tiques de compra, cosméticos, productos de higiene….
Cuando bebemos café de la máquina ingerimos polietileno del vaso; las cremas solares también los contienen; los polibromados, presentes en la electrónica, afectan a la glándula tiroides; el bifenol A está en los tiques de caja, lo que puede afectar a la fertilidad de las mujeres cajeras; los ftalatos, que son ablandadores de plásticos se usan en cosmética para retener el aroma y se ha encontrado relación con el cáncer de mama. En fin, está el alto nivel de mercurio de peces como el atún, que puede propiciar trastornos de atención en el niño e hiperactividad…
¿Alarmismo? No, ciencia, como demuestran los profesores Olea y Porta con datos verificables. ¿Medidas a tomar? Los cambios son muy lentos, pero la prohibición de la gasolina con plomo ha sido relevante en algunos países, por no hablar de las leyes antitabaco. La Agencia Española de Seguridad acaba de desaconsejar el consumo de pescados grandes para embarazadas y menores de diez años. Poc a poc, pero con determinación, no es ningún capricho de progres trasnochados sino cuestión de supervivencia.

Noticias relacionadas

25-XI-19 Lunes
Trotando por el jardín con los auriculares conectados escucho las tertulias matutinas, y entre las oleadas de ditirambos (merecidos) dedicados a Rafa Nadal, oigo hablar de naciones y federalismos como hace diez, veinte, treinta, cuarenta años, el eterno problema de España. Vueltas y más vueltas. Por un lado, los de la foto de Colón, el día que Ciudadanos empezó a cavar su propia tumba, la de quienes no quieren hablar de nada más allá de aplicar la Ley, y por otra la de quienes quieren hablar pero «de todo» y «de gobierno a gobierno, de igual a igual», como si Catalunya fuera ya un Estado más de la Unión Europea…
Tengo amigos que enarbolan de buena fe el emblema federalista como si fuera el bálsamo de Fierabrás que todo lo cura: Alemania y E.E.U.U, sin ir más lejos son estados federales, pero hay un pequeño detalle que lo distorsiona todo y constituye el gran problema español: Euskadi y Catalunya jamás aceptarán de buen grado el ‘café para todos’ que quiso ser el Estado de las Autonomías y que es el federalismo, se sienten naciones más o menos integrables en España con fórmulas diversas, pero no ‘una región más’. Y ahí, en esa especificidad, tercamente defendida, está la raíz del problema.
Hace ya décadas que Maragall hablaba de «federalismo asimétrico», término que levantó sarpullidos a diestro y siniestro pero que apunta al gran y peculiar problema político español: ¿Cómo encajar la identidad nacional catalana sin menoscabo de la igualdad entre todos los ciudadanos españoles?... No en vano decía Ortega y Gasset que el problema catalán es insoluble y que a lo máximo que podemos aspirar es a una «conllevancia» que, por cierto, después de tanta zozobra sería impagable.
En esas estaba por el jardín cuando las disquisiciones se interrumpen bruscamente: acaban de matar a otra mujer en pleno día internacional contra la violencia de género. ¿Qué más añadir?

26-XI-19 Martes
¿Añadir, decía ayer?, ¿por qué no algo tan español como el esperpento? Lo perpetra el muy viril y engominado señor Ortega Smith en el Ayuntamiento de Madrid con su incalificable performance sobre la violencia de género. ¿Criterio respetable? Pues no. El señor Ortega sí es respetable en su dignidad personal, como cualquier hijo de vecino, pero su criterio respecto a la violencia contra las mujeres es infumable. Más nos vale que nos vayamos dando cuenta del matiz porque van a continuar los esperpentos…