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13-III-20 Viernes
Como abuelo disciplinado que soy, permanezco confinado en casa sin más salidas que las estrictamente necesarias (pan, comida y prensa, todo en un pack). Me lavo las manos sin despellejarme, guardo la distancia mínima de un metro, escucho a los expertos, procuro transmitir los consejos que me parecen razonables y deploro las intoxicaciones de las redes sociales en las que, por lo que me cuentan, va gros… Por lo demás sigo al albur de la lotería vírica como todo el mundo. La seguridad total es uno de los mitos más dañinos de la globalización.

Paso en coche por el puerto y hay gente, poca, sentada en las terrazas, tomando el sol, charlando, riendo. La vida continúa y continuará…

14-III-20 Sábado
Fin de la relajación: bajo a por el pan y me encuentro con una ciudad desolada. Es mediodía, cuando la zona de Sa Pescateria normalmente bulle de gente. Tiendas cerradas, miradas furtivas. No recojo ningún Ep aquí! Me deprimo.

Vuelvo al coche y, a través de la radio, constato que nuestra cantera de humoristas es inagotable: Ortega Smith, uno de los líderes de Vox declara que «sus anticuerpos españoles derrotarán a los malditos virus chinos»… Sonrío.

El Presidente decreta el estado de alarma. Casado critica a «Sánchez» (solo le falta decir «ese sujeto»). Todo llegará.

15-III-20 Domingo
Esto va en serio. Patrullas policiales, multas… Silencio.

Honestamente, no sé si el gobierno español lo ha hecho mejor o peor que otros gobiernos, si exceptuamos el error monumental de permitir y alentar las manifestaciones del día 8. Pero la verdad es que nadie tiene el monopolio de la eficacia en este terrible asunto, tampoco Macron, que no suspende las elecciones de hoy. Y es que no es fácil gestionar la incertidumbre en una realidad compleja y variable que obliga a decidir en base a especulaciones.

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Y mucho menos tiene ese monopolio de la sabiduría el premier británico Boris Johnson quien propone ignorar las recomendaciones de la OMS y no hacer nada para evitar los contagios. ¡Manda huevos!... Como no se puede detener al virus, afirma, vía libre para que los más fuertes adquieran inmunidad, aun sabiendo que «muchas familias perderán a sus seres queridos antes de tiempo» (sic). Realmente este no es un mundo para viejos y mucho me temo que tampoco para seres sensibles…

16-III-20 Lunes
Ya no hay disimulo posible en el caso Juan Carlos I al que hacía referencia el sábado anterior. Comparto el artículo que firma hoy en «El Confidencial» el ilustre monárquico José Antonio Zarzalejos, exdirector de «ABC»: «Se trata de una conducta que indigna por irresponsable y que requiere un paso más: que Juan Carlos I se retire a un autoexilio para que su presencia, por escasa que sea, no sombree las actividades de la Corona y que evite el disfrute de inmuebles, vehículos y servicios de la Zarzuela… Si se va a otro país le haría a su hijo un favor y, acaso, lograría rescatar la Corona de la crisis que se le viene encima…» Y si además devolviera lo distraído, digo yo, el favor se lo haría a los españoles.

17-III-20 Martes
Casado dice que ha llamado «al Presidente» y no «a Sánchez». Por algo se empieza, no es tiempo para recriminaciones, celebro el cambio de tono. Por lo demás, Europa es un caos y un monumento a la inoperancia; Trump ya sabemos que es el caos trufado de cinismo. El único ejemplo de eficiente gestión de la crisis parece ser Corea del Sur, con sus tests masivos y confinamiento de los positivos. Los demás, navegamos…

18-III-20 Miércoles
Como buen zahorí de detalles positivos en plena tormenta perfecta, y tras arduas pesquisas, he encontrado algunas vetas interesantes, un pequeño alivio, a saber:
- La contaminación ambiental ha bajado drásticamente (incluso hay peces en los canales de Venecia) lo que me induce a pensar que cuando pase todo, no estaría de más instaurar períodos transitorios de confinamiento.

- Desde que el coronavirus se ha aposentado en el tupé de Trump, las encuestas para las presidenciales de noviembre parecen darle la espalda. ¿Será posible el milagro de perderlo de vista?

- Me ha parecido detectar alguna simpatía emergente para la Ciencia y el solidario Estado de bienestar, después de lustros de negacionismos y de adoración al neoliberalismo del sálvese quien pueda.

- Boris Johnson rectifica y empieza por cerrar colegios y pubs... Descorcho un vinazo, ¡qué puñetas!