TW

No ha sido buena la promoción de Menorca al exterior en las últimas fechas transmitida por las cadenas generalistas de ámbito nacional. La isla ha copado minutos en televisión y radio, y espacios en prensa escrita por razones contrarias al posado idílico del paisaje que tanto la caracteriza como reclamo para captar turistas.

Primero fue el sucedáneo de primer toc en las ‘no fiestas’ de Sant Joan, en Ciutadella, que dio la vuelta al mundo por la negligencia de quienes abandonaron la sensatez obligada de las circunstancias que vivimos obviando las normas sanitarias elementales. En esta misma entrada del verano Ciutadella ha vuelto a aparecer en informativos estatales por un horrible homicidio, increíblemente similar al ocurrido en Son Blanc hace poco menos de cuatro años.

Noticias relacionadas

Pero más allá de este suceso trágico eventual, al que el martes se sumó otro hecho luctuoso en plena vía pública, también en Ciutadella, la noticia que más ha trascendido a nivel nacional ha sido el inexplicable encarecimiento del precio de los billetes en la conexión con Barcelona, de la que se han hecho eco la mayoría de televisiones de cobertura nacional y autonómica, especialmente TV3. Tanto las explicaciones de la aerolínea que monopoliza el trayecto como las moderadas quejas de la clase política reiteran la indefensión del ciudadano ante tamaño agravio, una y otra vez, en comparación con las otras islas. Que Vueling argumente que un billete Barcelona-Menorca-Barcelona pueda llegar a costar 700 euros o más como una cuestión que depende de los algoritmos (conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución a un tipo de problema) suena a guasa.

Que Marc Pons, conseller de Movilidad del Govern, admita que se trata de un abuso y diga que si el mercado libre no funciona hay que recurrir a la intervención del Estado suena mal y tarde porque llueve sobre mojado y nadie es capaz de conseguir la solución que respete a los residentes y no aleje a los visitantes con precios inasumibles. No, no está Menorca en fase de promoción positiva, más bien inversa.