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1- En Menorca tenemos la suerte de ser bilingües. Es decir que hablamos y nos podemos, y sabemos, comunicar en, al menos, dos lenguas. Básicamente son: el menorquín, la lengua de nuestra tierra depositada aquí por viajeros y conquistadores provenientes de los diferentes lares de Occitania y del antiguo Reino de Aragón, y el castellano, nuestra lengua constitucional que también es forma de comunicación y expresión de multitud de familias menorquinas. También hay muchos menorquines que han alcanzado la tercera dimensión lingüística porque son trilingües y así dominan también el inglés más allá del ‘very well vol dir Miquel i very good vol dir puput i tot lo demés com noltros’ (eso solo lo entenderán los menorquines, sorry). Finalmente, y por suerte, disponemos también de una élite cultural (esa sí lo es y no la otra dedicada al vasallaje colonialista más limitado) que puede comunicarse con sus prójimos en cuatro o más idiomas. No son, naturalmente, esos que, por ejemplo, suelen balbucear en francés aquello tan pedante y desgastado de ‘¿voulez vous coucher avec moi?’ creyéndose la Torre Eiffiel de la sabiduría, o esos que, anonadados por las bellezas germánicas, prostituyen la sonora lengua de Thomas Mann expulsando por su hocico un lascivo ‘ich liebe dich, cordera’.

No, me refiero a los que se han esforzado y han aprendido de forma correcta un abanico de idiomas que les permiten vivir la realidad del mundo y comunicarse mejor porque quien habla varios idiomas ensancha su visión  mundana y mejora su ‘weltanschauung’.

Algunos piensan que uno de los mayores escarnios para un ciudadano es que sus representantes políticos no cumplan las condiciones esenciales mínimas para cualquiera que pretendiese representar a sus convecinos. Son esos que interpretan que nadie debería osar a ocupar un cargo público sin cumplir tres condiciones mínimas: una es saber desenvolverse al menos en trois langues de forma correcta, la segunda es haber demostrado en su actividad privada ser capaz de dirigir con eficacia a un grupo de personas con diferentes interpretaciones vitales, y la tercera es haber gestionado un presupuesto superior a su sueldo habitual. Exigir estos requisitos ya sería una criba que ayudaría a solventar el problema de la idoneidad necesaria para poder representar a un pueblo.

Sería demoledor (aunque clarificador) encuestar a los políticos menorquines actuales para saber si cumplen estas tres condiciones básicas, primarias y mínimas. ¿Algún periodista se atreverá a hacerlo?   

2- Estiu: S’altre dia vaig anar a Punta Prima a fer uns fanalets pes fiets de ses meves nebodes. Una xalada encara que ses síndries eren un poc verdes i en vaig passar un fum per poder fer-lis sa boca i es nas. També vaig saludar a n’es nostros vesins es germans  Buñuel, n’Ángel i en Sito. Una pena que no hi hagués també en Pepe. Aquests germans sempre han estat molt bons amics nostros. Son pare i sa mare eren bellíssimes persones i ses ties encara més. Molt bona gent. I ademés ses ties eran de s’Arraval. Un puntàs.

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Guard grans records des temps d’adolescència quan nedàvem a sa platja, a s’escaleta i a sa Cova. Però lo millor eren ses xerradetes que feam allargats o estalonats contra ses parets mitgeres de ses cases que donaven a s’arenal davant ses roques; eren ses parets de ses cases d’en Marcos (un comerciant mahonès de S’Arraval, vesí nostro i molt bona persona tant ell com sa seva dona, gent molt tranquil·la), d’en Biel Seguí, exbatlle de Mahó, i des recordat Pons Sans, de just davant ca nostra. Allà, rebosats d’arena, hi passàvem moltes estones rallant i mirant a ses primeres turistes que arribaven a Punta Prima, a s’hotel de Ca’n Mora. Allà mos juntàvem es mencionats germans Buñuel, en Mateu i en Nelo Seguí, es Negre, en Miguel Gascón, en Jaime Coll, en Nito Piló… Temps d’en primer quan Menorca encara vivia baix ses tres pates econòmiques que van caracterizar positivament a sa nostra illa durant molts d’ anys. Sí, temps eren temps. I bons ademés.

3- A quien corresponda: El problema está en que yo únicamente me siento de Mahó (pronunciado Mó) y de Mahón pero nunca de Maó, esa originalidad forastera paleta. No me siento tocho. Sorry.   

4- Diuen que Menorca ara està plena com un ou i que ja no hi quep ningú més perquè sembla que hi ha un malquefer de gent «estranya i gent del nord» que mos fa perdre «sa nostra pau de cada dia». ¡Ala, venga, atl·lots! Hi ha sa gent que hi ha d’haver i fa sa calor que ha de fer en lo que sempre hem anomenat un estiu rigorós.

5- Si se insta a los hombres a quitarse la corbata para combatir el impacto energético ¿qué prenda deberían de quitarse las mujeres?

6- Ara que començam a tenir turisme de doblers, ara resultarà que tampoc el volem. Mai ho tindrem bé.

7- En la web oficial del Govern Balear    el Conseller de Universitat i Cultura Miquel Company declara que ha nacido en Mahón. Así de claro. Enhorabuena. Es verdad.