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Entre las noticias leídas estos últimos días en la prensa nacional me ha llamado la atención la siguiente:

«...El Gobierno de Sánchez aprobó en abril el reparto de tres millones de euros entre las comunidades para iniciativas orientadas a la localización, exhumación e identificación de personas desaparecidas durante la Guerra Civil…» La Comunidad de Madrid propondrá al Gobierno de Pedro Sánchez localizar las fosas comunes en las que fueron enterrados los presos ejecutados de forma sumaria durante los trabajos de construcción del «Tren de los 40 días», conocido también como «Vía Negrín», por parte del Gobierno republicano.

Al leerlo, he dado un respingo en mi silla frente al ordenador. ¡¡Jope!!. ¡Alguien que se atreve a aplicar la ley de Memoria Histórica, desde el «Otro bando!». El Ministro Bolaños, debe aumentar por su boca los insultos que actualmente al igual que sus compañeros ministros del gobierno social-comunista vienen dirigiendo al entorno del PP.

La verdad es que nada sé sobre ese Tren de los 40 días o Tren Negrin (presidente de la República que lo mandó construir) y me dedico a buscar y leer todo lo que encuentro sobre esa vía. Donde mejor y más información encuentro es en el periódico ‘La Razón’. Creo interesante para aquellos que al igual que yo no hayan sabido a lo que se refiere, intentar explicar lo que he comprendido sobre esa vía y también reafirmar lo que muchas personas venimos pensando y diciendo: Hubo atrocidades en ambos bandos, pero solamente parece que los «desastres» fueron propiciados por un bando según la propaganda de la izquierda, siendo «los malos» únicamente el bando que no era el suyo.

2 El llamado «Tren de los 40 días» fue construido por la República para evitar el aislamiento que sufrió la zona centro tras el intento de toma de la capital por parte del Ejército franquista durante el otoño y el invierno de 1936 y 1937. El proyecto que tenía un plazo de construcción de 40 días, se terminó en 100, por eso el nombre del trazado se cambió y en el bando republicano se le llamó la vía de Negrín.

A su construcción, tal y como señala el proyecto elaborado desde la Comunidad de Madrid, fue destinado un importante número de presos políticos y prisioneros de guerra, cerca de 12.000 personas. De ellas,dos terceras partes eran prisioneros políticos sacados de las cárceles republicanas, muchos de los cuales fueron asesinados cuando ya no eran útiles para el trabajo. Entre los presos destacaban los religiosos y los militares a los que se obligaba a trabajar en jornadas de doce o catorce horas. En el recorrido de la nueva vía tuvieron que construir diez túneles, salvar desniveles importantes y construir tres estaciones y ocho apeaderos. Todo ello con escaso material y dirigidos por el Batallón de Fortificaciones del Ejército Popular de la República.

La construcción de este trazado ferroviario, que permitió la entrada de comida y suministros a Madrid, era conocida por el alto mando del ejército de Franco. Éste, decidió no bombardear las obras de construcción porque sabía que la mano de obra que se estaba usando eran prisioneros usados como esclavos por los republicanos.

Son precisamente estas víctimas las que ahora la Comunidad de Madrid trata de localizar. En un paraje próximo al campo de prisioneros del municipio de Ambite se encuentra un lugar de enterramiento con «cuerpos de un número indeterminado de reclusos que fueron asesinados de forma sumaria y arrojados en una o varias fosas comunes», señala el proyecto. Según las declaraciones de antiguos presos que estuvieron recluidos en este recinto y del testimonio de numerosos vecinos, «el lugar de enterramiento se encuentra identificado en unas parcelas que cumplen unas características inequívocas, tanto por su cercanía al citado campo como por el tipo de cultivo que actualmente se sigue explotando».

Tras la elaboración del estudio, se propone la búsqueda y localización de los posibles lugares de enterramiento a través de «medios no intrusivos (aplicando la tecnología más avanzada) que puedan situar estos lugares de enterramiento con el objeto de añadir evidencias físicas que contrasten los datos orales y documentales, colaborando de esta forma en la confección del Mapa de Fosas

Se trata, en definitiva, de un proyecto que pone el foco en los presos opuestos al Gobierno republicano que fueron ejecutados durante la construcción del tren y, al tiempo, en el sufrimiento del pueblo madrileño que quedó aislado por la ofensiva franquista y que tuvo en la «Vía Negrín» su única forma de permanecer conectado y abastecido.