TW

¿Qué tal te ha ido la semana? La mía normal, del montón, con pocas novedades que te pueda contar aquí para que logre entretenerte y que no sacrifiques este artículo y pase con más pena que gloria. Sí, ha sido bastante aburrido todo en general, y sucede entonces que no sé de qué hablarte. Podría tirar de tópicos, hablar de política y de lo sospechoso que es ahora cuando todo el mundo promete por encima de sus posibilidades, o del hartazgo que nos provoca que en Ucrania siga el sinsentido de la guerra, o de lo poco que ya nos importa una vez ha pasado el fervor inicial. Ya ni estamos tan afligidos, ni está tan de moda demostrarlo en las redes sociales.   

Podría hablarte del calor, que llega demasiado pronto, de la falta de lluvia o de la preocupación que me genera que a estas alturas todavía no se haya decidido cuál es la canción del verano que nos va a machacar el cerebro hasta la extenuación. Podría ponerme serio y hablar de empleo o de economía, entre otras cosas, pero pasaría lo contrario que con las hipotecas, te bajaría el tipo de interés por estas palabras y te irías con la primera columna que te pasara por delante.

Podría ponerme cursi y decir que el amor está en crisis, que si don Juan Tenorio levantara la cabeza se asustaría con la falta de compromiso mientras crecen las noches de pasión con relaciones de introducción, nudo y desenlace en un par de empujones y caricias, a veces en cuestión de segundos. O ponerme triste y hablar de la melancolía que provoca el pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, cuánto echamos de menos a las personas que ya no están y cuánto echamos de más a las que nos sobran en nuestro día a día.

Noticias relacionadas

Podría hablar de fútbol, aunque me da a mí la sensación que esta noche el cabreo irá en aumento, o de baloncesto y ojalá Menorca esté un paso más cerca de alcanzar un universo deportivo que nos evoque a unos años de fantasía. O hablar de Fórmula 1, de lo que no tengo ni la más remota idea, como la gran mayoría de este país, pero a diferencia de ellos no lo intento disimular.

Podría hablarte del mar y de que ojalá lo cuidemos entre todos ahora que empieza la temporada para no castigarlo tanto como acostumbramos, o del turismo y lo mucho que lo necesitamos, aunque a algunos se les olvide, pero no a cualquier precio. Ojalá la temporada sea buena para todos.

Podría hablarte de mi vida, pero ni yo quiero ni a ti te interesaría y acabaríamos en el mismo punto del principio. Así que he decidido no hablarte de nada, para que puedas pensar en todo.

dgelabertpetrus@gmail.com