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Olvidemos por unos momentos la ideología de los diferentes    partidos, demos un paso atrás y contemplemos las tácticas de cada uno y de qué forma desarrollan su estrategia para ganar el poder. Es importante verlo así para entender algunas consecuencias de lo que esta pasando.

En el caso del PP y después de las elecciones autonómicas y municipales esta muy clara su estrategia: controlar el máximo numero de puestos. Feijóo pedía que en las elecciones tomara el poder el partido más votado, pero está claro que quería decir que hay que hacerlo sí ellos son el partido más votado, en caso contrario harán acuerdos de todo tipo. De hecho, es el partido con mas alcaldías entre las cincuenta ciudades más pobladas de España sin ser el partido más votado.

El éxito del PP ha sido gracias a los pactos que ha hecho, en la mayoría de los casos con Vox. Estos acuerdos han sido muy variados y criticados por su contenido, en algunos casos parecían casi de broma como fue el caso de Valencia en que el acuerdo parecía escrito por los hermanos Marx. Pero eso no importa. Ya se verá lo qué pasa, de momento se ha logrado lo que se pretendía, controlar el máximo número de puestos de gobierno.

Se ha criticado la falta de control por parte de Feijóo de estos acuerdos, pero no creo que sea así. Él manda al estilo gallego y si los miembros del partido hacen lo que él quiere, a él no le importa el cómo lo hagan. Al final los ciudadanos que han votado al PP se sienten contentos.

Vox intenta mantener la fracción de votos que necesita el PP para ganar. En las negociaciones trata de sacar el máximo de visibilidad y coloca a sus miembros mas extremos en los puestos que obtienen.

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Mirando a las próximas elecciones generales la estrategia del PP es atacar al sanchismo que se puede definir, según ellos dicen, como el «socialismo de Sánchez más ETA». La idea parece que es dividir al PSOE y a ciertos ambientes funciona. Con eso ademas se evita discutir de economía, sanidad y educación

En el PSOE la situación es más complicada. La habilidad de hacer pactos no se da en la izquierda. Hemos visto casos muy claros, por ejemplo lo que ha pasado en el Ayuntamiento de Ciutadella en donde el PSOE y el PSM fueron incapaces de llegar a un acuerdo y dejaron el Ayuntamiento en manos del PP. Teniendo en cuenta que la participación en la elecciones no llegó al 50 por ciento, el porcentaje de ciudadanos apoyando al PP es de 17,8 por ciento, pero a pesar de ello debido a la inhabilidad de pactar los dos partidos de la izquierda, se quedan con el control del Ayuntamiento. En Mahón donde ganaron los socialistas se esta rompiendo acuerdo PSOE-Ara Maó, que habían gobernado juntos 8 años, y veremos como evoluciona. Esto decepciona a los ciudadanos.

La estrategia del PSOE no está muy clara y en algunos sectores se ha ayudado a la estrategia del PP. Hace unos días se celebró un acto de presentación de un libro del exministro Virgilio Zapatero. A este acto fueron invitados políticos del primer gobierno socialista, como Felipe González y Alfonso Guerra, ambos ahora parecen más de derechas que socialistas.

Alfonso Guerra dió una charla de presentación en la que aprovechó para atacar a Sánchez por sus pactos con Unidas Podemos y EH Bildu. También insultó a Yolanda Díaz. Felipe González aprovechó el momento para dar sus críticas a los pactos de Sanchez. ¡Una excelente táctica a un mes de las elecciones generales! Con esos comentarios confirman que existe el sanchismo. Como es habitual, la izquierda no tiene una estrategia unificada y pagará por ello, por la pérdida de confianza de la ciudadanía.

Menos mal que para estas elecciones se ha abierto un nuevo camino que puede recuperar la confianza de los ciudadanos en la izquierda. Se trata de Sumar. Yolanda Diaz ha abierto ese camino integrando a 14 partidos de la izquierda en Sumar. Ella ha demostrado una gran capacidad de diálogo y pacto entre los diferentes grupos.

Total, la derecha magnifica su ruido para ganar puestos. De momento, la izquierda muestra sus divisiones. Esperemos que Sumar se un camino efectivo al futuro.