Pues ya ven, unos contamos los mililitros de champú y estrujamos camisetas en la maletita, para irnos de viaje con el billete más barato posible, y otros van sobrados y se llevan hasta los cantos rodados de las playas. Poco a poco, turista a turista, la última cifra de material geológico expoliado del medio natural de Menorca, entre arena, piedrecitas y ya que estamos, por qué no, algunos fósiles, es sorprendente: una tonelada, 1.038 kilogramos que han sido detectados en los arcos de seguridad del aeropuerto este año. Con la cantidad de gente que pasa por la isla en un solo verano la práctica de llevarse trozos del paisaje como souvenir nos puede dejar pelados, es un deterioro lento y silencioso pero seguro.
Vía libre
Ensaimadas, abarcas y arena
07/11/23 4:01
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