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Parece que algo empieza a moverse en la izquierda española. Muy lentamente pero movimiento ‘haberlo, haylo’. La deriva del PSOE a favor del nacionalismo disgregador ha hecho abrir los ojos a muchos izquierdistas de corazón que, más allá de su obediencia a los principios socialistas, no entienden cómo un partido originalmente internacionalista promueva, apoye y aliente ahora políticas reaccionarias que acentúan la desigualdad entre ciudadanos y regiones. Y así paulatinamente van ganando peso quienes se oponen, desde esa izquierda, a las políticas identitarias.

Así ha surgido ‘El Jacobino’ cuya cabeza visible es el abogado Guillermo del Valle quien afirma: «Frente a un sistema autonómico asimétrico e ineficiente, del que se nutren los nacionalismos periféricos, desde El ‘Jacobino’ somos partidarios de un estado igualitario sin privilegios territoriales. Esto es, un sistema tributario nacional armonizado, justo y suficiente, en el que la contribución de ciudadanía y empresas se determine bajo estrictos criterios de igualdad, capacidad económica y progresividad, sin privilegios fiscales ni asimetrías entre los territorios».

Hace unos días se presentó en la Librería Byron de Barcelona el libro «La izquierda traicionada» del citado Guillermo del Valle. La presentación contó con la presencia del intelectual y exfundador de C’s Félix Ovejero («La izquierda reaccionaria») así como otros conocidos miembros de la izquierda catalana desilusionados por su deriva nacionalista.

Se trata de esa parte de la ciudadanía «cansada de que sus votos sirvan para establecer barreras lingüísticas en nombre de la identidad, para someterse a un proyecto corrupto, supremacista y genuinamente de derechas y, además, para olvidarse de sus intereses cuando están en el gobierno, al que llegan gracias a los que humillaron a la resistencia antinacionalista que salió a las calles en 2017 reclamando por fin su condición de ciudadanía plena», en palabras de Del Valle.

«La gobernabilidad ahora mismo depende de partidos profundamente reaccionarios que sepultan la causa común y no tienen un proyecto para España más allá que su fractura» sigue Del Valle. «Lo de la plurinacionalidad es un cuento porque quienes sostienen eso, al mismo tiempo, sostienen un País Vasco o una Cataluña uniforme. Ellos consideran que España está formada por 17 tribus. No, España está formada por ciudadanos y hay pluralidad cultural... No porque vivas en una región determinada debes pensar uniformemente... No existe una Cataluña grande y libre». Este nacionalismo identitario de Junts, antes Convergència, y con ERC de cooperador necesario, es una oligarquía corrupta, que ha robado dinero, que se lo ha llevado a paraísos fiscales, racista, xenófoba... ¿Cómo puede un socialista aceptar la ruptura de la caja única de la Seguridad Social, la Hacienda común? «La amnistía es un privilegio y un estatus de impunidad» (Del Valle)

El socialista Antonio Muñoz Molina dice: «El nacionalismo identitario supremacista es una ideología anti-universalista, anti-igualitaria, anti-internacionalista, anti-solidaria... Lo contrario a los principios del socialismo».

«El Jacobino» (quizás con otro nombre) tiene previsto presentarse a las próximas elecciones europeas de Junio del 24 donde cree factible recaudar un mínimo de 320.000 votos para conseguir representación en Europa al captar votos de izquierdaque rechazan las cesiones al separatismo. También estudia presentarse a las catalanas a celebrarse previsiblemente en 2025.

Pero ¿es verdad que una cierta izquierda está harta de ese nacionalismo reaccionario y supremacista? Al parecer los eminentes representantes de esa izquierda histórica han venido mutando su devoción por el socialismo y la social democracia cuando han visto la deriva que se ha impuesto en el PSOE y en sus derivados regionales (PSC, PSIB, PSV...). Así genuinos izquierdistas como Fernando Savater, Félix Ovejero, Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Martínez Gorriarán, Félix de Azúa, Andrés Trapiello, Rosa Díez, etc. etc. se han decantado por la crítica a los actuales dirigentes de un socialismo que ha descafeinado su esencia y que han convertido en un movimiento simplemente de ostentación de poder, en un ‘lobby político’ para mandar. Algo se mueve en la izquierda.

Notas:

1- Visto el resultado «Los socialdemócratas suecos hacen autocrítica tardía sobre sus políticas de inmigración». («The Objetive», 10 Dic. 23). ¿Es la política de puertas abiertas conveniente y razonable?

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