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Hace unos días tuve el gran placer, gracias a la organización e invitación del Cercle d’Economia, de reencontrarme con la profesora Mª José Alonso, número uno español y quizá europeo en nanotecnología sanitaria. A los que tuvimos la suerte y el privilegio de dialogar con ella se nos abrieron creo que definitivamente los ojos y la mente a lo que la Medicina va a ser en los cercanos tiempos, más precisa en cualquiera de las tres actividades fundamentales –prevención, diagnóstico y tratamiento– a través y gracias a la personalización profunda de cada una de estas actuaciones médicas básicas. Y ello será –y ya es en algunos casos– posible gracias al cambio fundamental en el conocimiento de las enfermedades, basado ahora y cada vez más en su estructura biomolecular, específica para cada persona.

La nanotecnología es y será protagonista del gran cambio, sin duda para mejor. ¿Sabéis qué es una nanopartícula? nos preguntó Mª José. Coged un milímetro y divididlo en un millón de partes y obtendréis una nanopartícula. Nos miramos todas y todos y dijimos oh. El conocimiento de esta realidad ha llevado al más precoz y biológicamente más íntimo conocimiento de las enfermedades, en sus tres vertientes básicas, antes detalladas. Y esto representa un avance importantísimo, que nos ayudará a prevenir mejor, a diagnosticar antes y a tratar más eficazmente.

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Conocer la biología íntima de las enfermedades y del cáncer –mi trabajo– nos acercará a una capacidad más alta de acción en las tres áreas, nos despejará incógnitas ahora muy presentes y nos ayudará a contestar preguntas que permanecen sin respuesta: ¿por qué no podemos prevenir adecuadamente algunos cánceres que siguen estando ahí, provocando altas mortalidades? ¿Por qué si a un enfermo con un tumor determinado le aplico un tratamiento no funciona cuando en circunstancias similares ha ido bien en otro enfermo? Son preguntas que lo que estamos ya llamando Medicina de precisión o Medicina personalizada responde. Ud. tiene desafortunadamente un cáncer colorectal. Estudiando bien su base bio-molecular pondremos a este cáncer un primer o un segundo apellido, que lo diferenciarán de otro aparentemente similar pero íntimamente diferente y que, en consecuencia, necesitará diferente tratamiento. Es un paso delante de gran trascendencia, ¿verdad? Precisión, personalización y necesariamente cobertura equitativa de estas nuevas acciones. No tenemos que asistir a desigualdades en su acceso, buena y nueva Medicina para todos, para que su efecto que creemos muy positivo alcance a toda la población. Es lo que en la reunión a la que aludí se llamó «salud inteligente», aportando todas las novedades magníficas pero para todas y todos, no para minorías selectas.

Anoto aquí lo que acaban de publicar los colegas de la George Mason University, Fairfax, Virginia, USA, la enorme desigualdad en el acceso a la mejor Medicina entre clases sociales y países. Acabemos con esta realidad, y además trabajando todos juntos, en un esfuerzo multidisciplinar que una el trabajo contra una enfermedad de todas las especialidades involucradas, desde la Medicina de Familia a la Bio-genética, en todo el arco. Los esfuerzos que trabajan juntos no se suman, se multiplican, aconsejó Mª José Alonso. Tomemos nota.