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«El sentido de la vida es encontrar tu regalo. El propósito de la vida es regalarlo». Pablo Picasso

El firme propósito de «ser mejor» suele ser el pensamiento mágico que muchos íntimamente acariciamos cuando el año llega a su fin. Parece que más que irse un año, se va    la vida, y uno se mira al espejo y se interpela por todo aquello que quedó en el tintero del tiempo que ya pasó: ¡Otro año se va! Y tú, ¿qué has hecho?

La respuesta, por lo general, no suele ser muy tranquilizadora. Quizá sea el peso ancestral del pecado original que nos habita y nos inquiere ante nosotros mismos. Nos queda en la impronta del recuerdo todo lo no alcanzado, lo no terminado, lo no cumplido. El caso es machacarnos un poquito para, acto seguido, hacer firmes propósitos de enmienda.

Pero la realidad es que no solemos hacer una reflexión profunda de nuestra vida en ningún momento, vamos demasiado deprisa y la desazón sólo nos deja a la vista del recuerdo las facturas pendientes, dejando en negativo, o como mucho compensado, el balance del año.

Hoy, antes de finalizar 2023, te propongo hacer un ejercicio de reflexión y de agradecimiento.

Crea un espacio de tiempo para ti, donde puedas explorar y reflexionar sobre lo que ha supuesto el viaje de tu vida durante el año que despedimos ¡Busca ese espacio, es importante!

Te planteo que reflexiones sobre las siguientes preguntas:

1.- Durante el año que se va, ¿cuáles han sido los momentos más gratificantes que te vienen a la memoria y que le agradeces a la vida?

2.- ¿Cuál es el aprendizaje con el que más has sentido un crecimiento personal durante este año?

3.- ¿Has tenido algún reto o te has enfrentado a alguna dificultad que ahora agradeces?

4.- Piensa en algo sobre ti mismo con lo que a día de hoy te sientas orgulloso.

5.- ¿Cuáles son los logros que has conseguido este año de los que te sientes más orgulloso?

6.- ¿Hubo alguien que te ayudara de forma especial?

7.- ¿Cómo han influido en tu vida tus relaciones profesionales y personales durante este año? ¿Has conocido alguna persona que te haya impactado de forma especial?

8.- ¿Has detectado algún aprendizaje o has tenido algún comportamiento que te gustaría desarrollar más y mejor durante el próximo año?

9.- Busca una palabra o una frase que resuma tu año.

10.- ¿Qué palabra o frase te viene a la cabeza cuando visualizas tu próximo año?

Los propósitos para el próximo año han de ser como cualquier objetivo o cualquier meta que uno se proponga: Claros, Alcanzables, Medibles y Observables. Al final, lo que vamos construyendo, día a día, mes a mes, año tras año, es nuestra propia vida, esa que deseamos que ocurra. Los neurocientíficos, psiquiatras y psicólogos nos dicen que nuestra mente es muy potente y que podremos crear aquello en lo que creemos de verdad. Por lo tanto, hemos de creer en nuestras posibilidades y apostar por nuestras capacidades para conseguirlo.

Por último, te sugiero un ejercicio interesante y divertido. Escribe una carta a tu «yo del futuro» y cuéntale cómo le ves desde la perspectiva de tu presente. Dile lo qué te propones hacer para llegar a ser él dentro de un año, de cinco o de diez. Puedes guardarla y abrirla en el tiempo establecido, pero también hay una página web donde puedes escribir la carta y decirle cuándo quieres recibirla: FutureMe.org

¡Feliz tránsito por 2024! En nuestras manos están los propósitos para conseguir esos logros que anhelamos. Mi deseo más ferviente es que, ante todo, trabajemos por la paz, con todo lo que ello significa.