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Es casi una misión imposible dar con la fotografía de algún encuentro, aunque sea breve o protocolario, entre el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y la presidenta del ejecutivo autónomo, Marga Prohens. Es posible que alguna vez hayan hablado personalmente, quizá cuando la segunda era diputada en el Congreso. Pero no es fácil localizar constancia gráfica alguna de una reunión desde que el líder socialista y la líder del PP en Balears presiden sus gobiernos. Ambos, en minoría y con dependencia de sus aliados externos. Habrá que esperar a que Sánchez reciba a Prohens en La Moncloa, o la reunión pendiente de la Conferencia entre el jefe del Gobierno estatal y los presidentes y presidentas de las comunidades, para dejar constancia gráfica del momento y si, más allá de la cita, se oficializa algún acuerdo. Es como si nada les uniera y, sin embargo, no es así. Se ha visto este pasado miércoles durante el pleno del Congreso reunido en el Senado y, también, en los ya casi 200 días de presidencia del PP en Balears.

Sánchez tiene que mirar a Junts per Catalunya (y quien dice Junts, dice Puigdemont) y Prohens a Vox. Antes de Navidad, y en una amplia entrevista con este periódico, la portavoz parlamentaria de Vox, Idoia Ribas, dejó clara su opinión sobre el PP, partido del que dijo no tenía una posición clara «absolutamente en nada». El próximo 6 de febrero reanuda en Parlament balear sus sesiones plenarias y es fácil aventurar que el aliado de extrema derecha del PP querrá seguir marcando agenda.

Vox empezó marcando agenda con la política lingüística, y lo que llama «libere elección de lengua en la escuela». Pero aspira a más. El siguiente paso es la política de inmigración (el jueves pasado costaba distinguir la propuesta de Vox de la de Junts per Catalunya) y la mirada está puesta en la conselleria de Catalina Cirer que, esta semanana ha lanzado dudas sobre la gestión de la Renta Social Garantizada en los últimos meses del anterior Govern. De momento, todavía mantiene las iniciativas de aquel    sobre mujer e Institut de la Dona.

A Prohens solo Vox le quita el sueño, aunque Sánchez tiene que estar pendiente de más formaciones. También de Podemos, enredado por sus relaciones con Sumar, grupo que abandonó buscando un perfil propio con el que quiere presentarse a las elecciones europeas. Hay buena sintonía entre las direcciones de la formación morada en Balears y Madrid y Jesús Jurado participará en la lista al Parlamento Europeo que encabezará Irene Montero.

(Naturalmente, y pese a las evidencias, ni el PP ni el PSIB comparten que Prohens y Sánchez tengan punto alguno de comparación. Cosme Bonet, secretario de Organización socialista se refería el viernes a la presidenta balear como «mala copia de Ayuso» y el relato de los ‘populares' pasa por el de un Sánchez «humillado» ante las «cesiones» que, además, suponen un desprecio claro a Balears).