TW

Aunque son tecnologías totalmente diferentes entre sí, es posible que le sorprenda saber que el Metaverso, las Google Glass o la Realidad Virtual, tienen mucho en común.

Básicamente su principal logro fue que fueron capaces de crear una enorme expectación, hasta el punto de que durante mucho tiempo, infinidad de artículos, posts, conferencias, etc. se hicieron eco de la gran revolución tecnológica que se produciría gracias a estos nuevos avances que como particular o empresa no podría obviar. Que ya estaba tardando si no compraba las Google Glass para estar hipermegaconectado las 24 horas del día con lo que su miserable vida al fin cobraría sentido, que en breve estaría más tiempo en el Metaverso que viviendo su propia vida y que, gracias a ello, podría ser quien quisiera además de que si era una empresa vendería más en el Metaverso que visitando a clientes potenciales, o que, gracias a la Realidad Virtual, ya no sería necesario visitar físicamente ningún país porque revolucionaría el turismo y tanto podríamos vivir experiencias inmersivas en Las Maldivas como en Noruega en cuestión de segundos de diferencia. Para qué ir de viaje con su familia y amigos, si podía hacerlo solo y cómodamente desde su sofá aunque ello implicase volverse más sedentario y antisocial. Si bien es cierto que la Realidad Virtual tiene todavía mucho recorrido, solo en videojuegos y algo de formación ha llegado a consolidarse, pero no ha transformado el consumo ni el turismo de manera masiva como se predijo hasta la saciedad. Afortunadamente.

Pues bien, estos son algunos ejemplos de tecnologías que tienen el gran honor de haber sido de las que más hype a nivel mundial han conseguido generar y que, finalmente, más hondo han llegado al «abismo de la desilusión».

Y es que me van a perdonar, pero es que empiezo a estar un pelín cansado con tanto «gurú experto» que básicamente hace de altavoz de cualquier noticia tecnológica que genere sorpresa más por su novedad que por la consistencia de sus argumentos. Si eres de los primeros en anunciar algo, seguro que es porque sabes mucho de ello. No importa si al final esa tecnología no llega a nada, lo importante es que seas de los primeros «expertos» en la materia. Asegúrate de indicar en tus argumentos que «si no estás en esta tecnología, no existes», «que esto lo va a cambiar todo» o que «hay un antes y un después», que son frases muy emocionantes, pero faltas totalmente de datos concretos y, además, asegúrate de indicar que será en un futuro, sin dar demasiados datos ya que, cuando más ambiguo sea temporalmente, mucho mejor. Al final, tus seguidores tienen un gran olvido selectivo y en el mundo de la tecnología, con tan    rápido movimiento, las predicciones fallidas se olvidan rápidamente, lo que te permitirá pasar a la siguiente novedad sin tener que abordar las inexactitudes pasadas.

Pues bien, me gustaría recordar lo que se conoce como «Hype Cicle de Gartner», aquí más conocido como «Curva de Gartner» o «Ciclo de Sobreexpectación», el cual representa gráficamente las cinco fases por las que pasa una tecnología desde su lanzamiento hasta su consolidación.

Noticias relacionadas

Cualquier tecnología pasa por un «Lanzamiento», sube a un «Pico de expectativas sobredimensionadas», pasa inevitablemente a un «Abismo de desilusión», pero son muy pocas las que suben posteriormente a una «Rampa de consolidación» y terminan en una «Meseta de productividad».

Y el problema es que son demasiados los que se centran únicamente en el pico de las expectativas, porque toca hablar de la tecnología de moda, la más cool, la que ya estás tardando en implantar. ¿Ha visto últimamente alguna noticia sobre la importancia del Cloud Computing o 5G? Es probable que pocas o ninguna, siendo tecnologías que en su momento generaron un gran hype pero que, a diferencia de muchas otras, sí han terminado consolidándose y siendo imprescindibles para muchas soluciones informáticas. Pero ya no están de moda. Ya no venden conferencias.

En definitiva, es importante para usuarios y empresas que los divulgadores sepan mantener un enfoque crítico y bien informado sobre las nuevas tecnologías. Si bien el entusiasmo es valioso, debe equilibrarse con un análisis critico y realista.

Si es un divulgador, hable de lo que sepa y no solo de oídas pero, sobre todo, no genere más expectativas de las necesarias solo para ganar reconocimiento.

Si es un usuario, cuanto más rimbombante o apocalíptico sea el mensaje, menos interés debe prestarle. El recorrido de las cinco fases no es tan rápido como se le quiere hacer creer y, aunque la tecnología avanza muy rápido, su implantación y consolidación lleva su tiempo y, si es de los que corre demasiado, podría terminar con un VHS en la era del streaming.