El caso del padre ciutadellenc que ha permanecido casi ocho meses sin tener noticias de su hijo de 7 años advierte dos referencias que, inevitablemente, guardan algún tipo de relación con la arriesgada decisión que adoptó en su día la madre.
La mujer, probablemente mal aconsejada, incumplió un auto judicial del Juzgado de Instrucción número 1 de Ciutadella que la obligaba a devolver el niño a su padre y a regresar a su lugar habitual de residencia donde estaba escolarizado.
Lo sucedido evoca, inevitablemente, el caso de Juana Rivas, la granadina que llegó a ser condenada a cinco años de prisión, seis de inhabilitación para ejercer la patria potestad de sus hijos y a pagar 30.000 euros de indemnización a su expareja por sustracción de sus dos hijos menores en 2018, aunque acabaría siendo indultada. Ella se fugó con los niños en 2017.
La madre de Ciutadella también desapareció con el menor hasta que el pasado viernes fue detenida en Bruselas donde se había instalado con el pequeño desde noviembre iniciando allí una nueva vida.
Es posible que lo hiciera buscando el abrigo de la justicia belga que tan productivo efecto ha surtido a los políticos catalanes huidos a aquel país para evitar su detención en España tras la declaración unilaterial de independencia. «La madre se hizo un ‘Puigdemont’», se llega a comentar estos días por la coincidencia con el destino elegido pero serán los próximos días los que determinen si la elección del país belga para esquivar a la justicia española no resultó tan desacertada como parecía.
Este jueves era el día en que la jueza de Menores de Bruselas debía entregar al padre la resolución judicial que le autorizaba a llevarse a su hijo a Ciutadella, pero al cierre de esta edición ni el progenitor ni nadie de su entorno confirmaron que este trámite se hubiera cumplido dejando la impresión de que el caso todavía no está resuelto si la madre ha podido recurrir la decisión judicial. Esta historia tendrá más capítulos.
