Con este titular en el artículo, celebro que usted siga leyendo. Intentaré no defraudarle, aunque sea por primera vez. La consejera socialista de la oposición del Consell de Mallorca, Beatriz Gamundí, lanzó el otro día duros y encendidos ataques contra el equipo de gobierno del popular Llorenç Galmés, aupado por Vox, a raíz del gasto de la institución de 43.000 euros, para subvencionar clases de esquí en Andorra para los jóvenes mallorquines. Preguntaba ella, con cierta arrogancia y sorna, si era esa la mayor preocupación que tienen ahora los jóvenes. ¿En serio?, decía ella algo alterada.
Gamundí no goza de mucha popularidad y tampoco creo que lo consiga de esta manera más allá de este artículo. La demagogia es un recurso recurrente y ramplón en la cosa esa de la política. Cierto que nuestros jóvenes tienen mayores problemas, pero digo yo que tendrán derecho a ir a la nieve, a no ser que ir a esquiar sea algo tan pijo que a la izquierda le dé vergüenza. No se olvide de que el esquí es un deporte, no hablamos de fumarse unos porros.
Lo que no llego a entender es por qué la consejera de la oposición dedica tantos esfuerzos a una partida económica que representa solo el 0,00006% del presupuesto de 646 millones de euros del Consell. Tal vez sea la envidia o quién sabe si las ganas de esquiar. Yo si fuera Llorenç, la invitaba, a ver si se le pasa.