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Cuesta apartarse del tema de Palestina y cuesta mirar las imágenes del sufrimiento atroz de un pueblo ocupado, tanto como mirar las obscenas y deshumanizadas imágenes que las fuerzas ocupantes, borrachas de impunidad, cuelgan en las redes y han llevado a los altos mandos del ejército a exigir contención a la hora de publicar, no así de cometer las atrocidades. Pero hay que llevar la mirada hacia quien nutre la ocupación sionista y el genocidio: Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Europea y otros Estados de la órbita occidental. No solo se suministra armamento y hasta alimentos gratis para las tropas, sino también impunidad. El veto de Estados Unidos a las resoluciones de alto el fuego en la ONU y la retirada de fondos a la UNRWA, contribuyendo a matar de hambre y sed a quienes no maten las bombas, los francotiradores o las torturas.

No menos escandaloso es ver un gobierno que se manifiesta para pedirse a sí mismo lo que no está dispuesto a hacer. Un gobierno que, si bien aumenta su aportación a la UNRWA, mantiene las relaciones con la entidad sionista y sigue sin reconocer el estado palestino, que solicita una comisión de investigación sobre lo que es obvio y el mismo día organiza encuentros con empresas sionistas de ciberseguridad. Este domingo se han convocado manifestaciones en más de 100 ciudades del estado –en Palma, a las 18.00 horas en la explanada de la Estación Intermodal– para exigir claridad: un alto el fuego permanente, la ruptura de relaciones y el fin del comercio de armas.