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El 11 de marzo del 2004 se produjo el mayor atentado terrorista sufrido en España, que a su vez se convirtió en el mayor atentado perpetrado en la Europa comunitaria. Todo empezó a las 07.38h cuando dos bombas explotaron en el tren 21.435, en la estación del Pozo. A la misma hora una bomba explotó en el tren 21.713 en la estación de Sta. Eugenia. A las 07.39h cuatro bombas explotaron en el tren 17.305, en la Calle Téllez, apenas 500m antes de entrar en la Estación de Atocha.

Al principio, los medios de comunicación hablaban de descarrilamiento, de un choque de trenes y de una explosión sin víctimas mortales. A día de hoy tenemos la verdad oficial, que acato por ser hombre de ley, pero no comparto, ya que seguimos sin saber quiénes fueron los autores materiales reales, los autores intelectuales y quién lo financió.

Entrar en este laberinto, nos llevaría a tener que publicar un libro al respecto, a sabiendas que pocas novedades podría aportar, pues las estanterías están llenas de bibliografía que trata el tema desde ángulos distintos, y en ocasiones contradictorios, según sea el autor de la obra.

Por ello, y después de las acusaciones realizadas por parte de líderes de la izquierda, contra el Partido Popular y el Gobierno de Aznar, encabezados por el Sr. Sánchez, si se le pude llamar «señor» a quién miente a sabiendas, y por parte de la prensa pesebrista y subvencionada, me limitaré a reproducir las declaraciones vertidas por algunos políticos de la época y periodistas de renombre, quienes en la primeros compases que se supo que la voladura de los trenes correspondía a un ataque terrorista indiscriminado, manifestaron que:

1. A primer ahora, Iñaki Gabilondo, en la SER, dice: «Sí, ha habido una explosión hace unos minutos en la línea del AVE. Al parecer no hay heridos, según las primeras impresiones, una explosión en el interior de un vagón que al parecer estaba vacío».

Cambia de opinión unas horas más tarde y pilota desde la SER su particular campaña contra el Partido Popular.

2. A las 08.50h José Luís Rodríguez Zapatero, líder de la oposición, fue el primer líder en condenar lo que ya se sabía como un atentado brutal, lo dijo en la Cadena SER. Dijo Zapatero: «Bueno, la primera sensación es pensar, lógicamente, en las víctimas, en sus familias, en el dolor que van a sufrir y que todos tenemos que acompañar con toda la intensidad y con toda la humanidad. En segundo lugar una reflexión clarísima, y es que ETA ha intentado intervenir en la campaña. Yo pediría a todos los ciudadanos que el domingo, como reacción a ETA hubiera una masiva participación en las urnas».

3. Después de Zapatero le siguió el lehendakari Juan José Ibarreche, que también iba a condenar el atentado y acusar a ETA de perpetrarlo. Ibarreche dijo: «Cada vez que ETA ha atentado, y atenta se rompe en mil pedazos el corazón de los vascos y vascas, porque el pueblo vasco ha sido, es y será un pueblo civilizado».

4. Lo propio hizo Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Unida: «Este atentado, si alguien lo dudaba, demuestra la verdadera naturaleza de ETA, una organización nazi que tortura y asesina al pueblo».

5. No solo los principales líderes políticas del momento atribuyeron el atentado de Atrocha a ETA, también se sumaron todos los medios de comunicación. Estos no dudaron en atribuir a ETA el atentado. El diario el País que sacó una portada en la que se podía leer: «Matanza de ETA en Madrid».

6. Arnaldo Otegi fue el único que se apresuro a desmentirlo afirmando que ETA no tenía nada que ver. Sus palabras textuales fueron: «A lo sucedido hoy en Madrid, en primer lugar, lo queremos dejar absolutamente claro, la izquierda abertzale no contempla ni como mera hipótesis que ETA esté detrás de lo ocurrido hoy en Madrid. Y lo queremos dejar absolutamente claro».

7. No será hasta las 12:00h, cuando comparece Ángel Acebes, Ministro de Interior para manifestar que: «¡Una masacre en España! Me lo han oído ustedes decir en varias ocasiones durante los últimos meses, y muy especial durante los últimos días, en cuatro ocasiones consecutivas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han conseguido evitarlo, pero, desgraciadamente, en esta ocasión ETA ha conseguido su objetivo».

Como puede observarse nadie dudaba, en las primeras horas de la masacre, que el atentado había sido obra de ETA, excepción hecha de Otegi.

8. No será hasta las 16:00h cuando los medios de comunicación informaban de la aparición de una furgoneta en Alcalá de Henares y después de una primera inspección afirmaron, «no haber encontrado nada».

Lo curioso, y nunca explicado, es que una vez que la furgoneta llegó a comisaría se encontraron restos de explosivos, detonadores y una cinta en árabe con versículos del Corán. ¿Qué paso durante el trayecto? Veinte años no se ha sabido nada.

9. En la segunda comparecencia de Acebes, este dijo: «Se ha localizado una furgoneta, en Alcalá de Henares, que había sido sustraída en Madrid el pasado día 28 de febrero, y en el asiento delantero se han localizado siete detonadores y también, entre otras cintas, se ha encontrado una en árabe que contiene versículos del Corán dedicados a la enseñanza. Esto ha hecho que acabe de dar instrucciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que no descarten ninguna línea de investigación». Se inicia la línea islamista.

10. Es en este momento cuando el PSOE y los medios de comunicación afines al PSOE comienzan a insinuar que el atentado se debía a una respuesta a la participación de España en la guerra de Irak. La cadena SER iba a añadir algunos datos para la confusión. A saber: «Fuentes de la lucha antiterrorista han apuntado a esta cadena que, al menos, un terrorista suicida se ha inmolado en uno de los trenes». Este dato servido por la cadena SER es falso.

«… también la SER confirma que una persona llevaba tres capas de ropa interior y estaba muy afeitada, una práctica habitual, muy habitual entre los comandos suicidas islámicos antes de inmolarse». Este dato también es falso. Es más, no aparece para nada en el sumario instruido.

11. El comentario de la SER fue repetido machaconamente por la emisora durante toda la madrugada del 11 al 12 de marzo, con la siguiente afirmación: «Fuentes de la lucha antiterrorista insisten en que al menos una persona se ha inmolado en uno de los vagones del tren que llegaba a Atocha. Llevaba tres capas de ropa interior y estaba muy afeitado….».

Como ya hemos dicho la información era falsa, pero se había desempolvado el manual de manipulación al estilo Goebbels. A ello se apuntaron los medios de comunicación afines al PSOE.

12. El propio Presidente del Gobierno, José María Aznar, el 12 de marzo dijo: «No hay en ningún caso ningún aspecto que se refiera a los atentados cometidos ayer en Madrid, que pueda conocer el gobierno, que no ha sido puesto en conocimiento de la opinión pública. … Por tanto, me sorprende que nadie pueda decir, y quien lo ha dicho debería excusarse, que se está ocultando información. Porque al secretario general del PSOE y al parecer jefe de la persona que ha dicho eso, yo le informé ayer personalmente en dos ocasiones de las cuestiones que había, como lo hice con el líder del PP señor Rajoy, y como lo hice con todos los directores de medios de comunicación escritos de Madrid y de Barcelona».

13. La SER no tomó en consideración las palabras de Aznar y continuaron su relato en la mañana del 12 de marzo diciendo que: «Las fuentes consultas por la SER confirman que una persona llevaba tres capas de ropa interior y estaba muy afeitada, una práctica muy habitual entre los comandos suicidas islámicos antes de inmolarse».

Hasta aquí un breve relato de la gran manipulación que la izquierda hizo del 11-M, para culpar al PP de que este terrible atentado vino motivado por las políticas de Aznar en relación a la Guerra de Irak. Se acuso con virulencia al PP de mentir, al querer atribuir la masacre de Atocha a un ataque terrorista de ETA, cosa que ellos fueron los primeros en hacerlo, como queda demostrado. Hoy, 20 años después, la izquierda sigue con el mismo discurso y nosotros, los del PP, seguimos sin plantar cara a tanta ignorancia, ignominia y falta de humanidad por parte una izquierda experta en moldear la historia según sus intereses políticos. Ahora ustedes juzguen.