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No ha pasado ni un año desde que fue elegida presidenta y Marga Prohens ya ha pasado por demasiadas vicisitudes para ser una recién elegida. Sus primeros cien días tendrían que haber sido de vino y rosas, pero las celebraciones previstas se tuvieron que suspender porque Vox empezó la legislatura queriendo que todo el mundo supiera quién mandaba. Tuvo que hacer un trágala con las enmiendas de Vox para que los Presupuestos salieran adelante; en Formentera tiene un problemón de gran magnitud por poner a según quién en las listas; Antoni Costa se metió en un lío político monumental por el nombramiento de un cargo acusado de agresión sexual a pesar de que conocía la denuncia; Jaume Porsell se ha tenido que ir por irregularidades en la tramitación de las licencias de su agroturismo; la modificación del decreto de excesos está ahora en el aire porque el texto que quería sacar adelante el Govern ha sido rechazado por una parte del sector. Por cierto, ¿qué necesidad hay de modificar un decreto que aparentemente ha funcionado? ¿Se cambia porque lo aprobó el tándem Francina Armengol-Iago Negueruela? No parece que sea una razón suficiente y de peso político para cambiar algo que ha sido positivo para el sector y para la imagen pública de Balears.

Muchos problemas en muy poco tiempo. Por mencionar lo más reciente, la destitución de Jaume Porsell, a la presidenta no le quedaba más remedio que aprobar su cese para cortar de raíz un asunto que, por otra parte, la oposición se niega a soltar. Y aquí llegamos a la oposición porque, a pesar de toda esta acumulación de problemas, si ahora hubiera elecciones, Marga Prohens las ganaría sin problemas con mucha probabilidad y hasta podría aumentar su ventaja a costa de comerse a alguno de los diputados que tiene Vox. Podemos se hunde, como muy probablemente se certificará en las elecciones europeas y Sumar no suma nada. Esos votos se irán a la nada política porque el PSIB no los recoge ni los recogerá porque los socialistas tienen un problema: les está costando mucho hacer oposición, ellos que siempre se ha movido bien en este terreno. Se sabe que el actual portavoz no será el oponente de Prohens y hasta Més les ha robado la cartera en un par de momentos en esta legislatura. Prohens juega con la ventaja de que los socialistas quedaron descolocados con el caso Koldo y ahora están directamente en shock a la espera de que Pedro Sánchez comunique mañana su decisión. No se sabe qué hará pero sí se sabe que hará algo porque una declaración de esa magnitud requiere de un movimiento. Sí, muchos problemas en poco tiempo, pero...