Així mateix
Las orejas del caballo
Quién lo iba a decir, que se pudiera morir de éxito. En las islas canarias están haciendo manifestaciones para controlar la excesiva afluencia de turistas. En otras zonas pasa otro tanto, como por ejemplo en Barcelona, sobre todo en las inmediaciones de la Sagrada Familia. En Menorca hay playas, como Macarella donde el tráfico rodado ha puesto la carretera imposible cuando esta está concebida para el tráfico rural. En sa Naveta des Tudons hay gente que va y mira sin causar ningún deterioro. Otros, por el contrario, sin atisbo de vergüenza ni respeto, se suben sobre este emblemático monumento. No me extraña que en Menorca ya se hayan manifestado en contra de la masificación turística. El turismo crea riqueza, sí, sobre todo para quien vive de él. Los demás lo notan, mejor dicho, lo sufren, cuando llega la temporada y ven que algunas cosas han subido de precio, sobre todo el marisco. No es igual comprarlo en noviembre que en julio o agosto. No es igual ir a una terraza junto al mar a tomar unos calamarcillos a la plancha cuando todas las mesas están ocupadas teniendo que hacer cola esperando que una quede libre que ir al mismo sitio cuando algunas de las mesas están vacías.
También en Opinión
- Antonio de Olives, veterinario: «Son nobles, pero el día que atacan no sueltan»
- Herido grave un joven al recibir una puñalada en el pecho tras una pelea en Ciutadella
- El cirujano Jeremy London te da la clave de qué hacer si te da un ataque al corazón cuando estás solo: «Siéntate de esta forma»
- Una cadena de ropa deportiva abre tienda en el polígono de Maó
- Ciutadella ya está conectada con Francia: arranca la única ruta marítima internacional de Menorca