Me agrada recrearme en aquella calle de S’Arravaleta, comercios uno junto a otro. El Imperial, al que apenas tengo en mi mente, sin embargo mi memoria guarda aquel local convertido en el Mesón, el hijo mayor de Dº. Ramón Bustamante del hotel más importante en aquellos momentos, al frente del mismo. Es posible que algunos comenten que el mesón era punto de encuentro de gente bien; mas me atrevería a decir que allí acudían los jóvenes del momento, empleados de banca, oficinas, encargados de fábricas y también los conocidos por «hijos de papà». Otro grupo eran los propios padres y matrimonios con buena situación. Hace años allí se encuentra la Banca March. Siendo yo una menor, escutriñaba aquel punto desde una de las ventanas de las oficinas de Teléfonos, acompañaba a mi padre y mientras él se encontraba en una cabina, esta servidora no se cansaba de observar cuanto sucedía en el Mesón.
Xerradetes de Trepucó
Las telefonistas
13/11/24 4:00
También en Opinión
- Dos mujeres heridas en un choque frontal en la carretera general cerca del cruce de Son Bou
- Un conductor ebrio pone en riesgo la circulación por la 'general' y acaba interceptado
- Ingresa en la UCI una de las mujeres accidentadas en el choque de Alaior
- Menorca se queda sin relevo generacional para llevar los buses: solo 17 aspirantes logran el carné este año
- Aterrizaje frustrado en Palma en mitad del temporal: «Pensé que todo se acababa ahí»