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Que esta mujer sea conocida por el nombre de Catalina Quintana y, sin ser familia de Indiana Jones, comparte su misma pasión por la arqueología, hasta tal punto que lleva años husmeando por los sótanos del Museu de Menorca, de los que ha salido debido al polvo que provocan las obras y también para acompañar el sábado a una visita por el museo.

Que el Govern se equivocara en su web sobre el plazo para alegar a los proyectos de Gas Natural de Maó y Es Mercadal, al indicar que concluía hoy, cuando en realidad es hasta el 24 de febrero.

Que Maite Salord considere «una victoria» el auto sobre Cergarden que da esperanzas a revisar la sentencia, a pesar de que ésta es firme y evitar el pago de 29 millones es un reto muy complicado.

Que a primera hora de la mañana de ayer mucha gente de Ciutadella se despertara por el ruido de una sirena de barco, una señal de advertencia cuando navega o está varado entre la niebla.